La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) lanzó nuevas críticas al mandato de la Unión Europea sobre el uso obligatorio de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), calificándolo como una medida costosa que no está generando beneficios ambientales concretos.
Durante una mesa redonda con medios en Singapur, el director general de IATA, Willie Walsh, advirtió que la estrategia europea está fallando en su objetivo principal: reducir la huella de carbono del sector aéreo.
Transporte de SAF: más emisiones, no menos
Walsh cuestionó el modelo actual de suministro del SAF dentro de Europa. “La idea de comprar combustible sostenible y transportarlo para usarlo en Europa no es la manera correcta de hacerlo”, afirmó. “Claramente estás aumentando la huella de carbono de ese combustible como resultado de los costos del transporte”.
La producción global de SAF apenas representa una fracción del consumo total de las aerolíneas. Según estimaciones de IATA de junio, se espera que en 2025 la producción alcance los 2 millones de toneladas métricas, lo que equivale solo al 0,7% del consumo total de combustible del sector.
Costos por las nubes, beneficios invisibles
El enfoque obligatorio de la UE ha generado un efecto colateral preocupante: un aumento en los precios del combustible convencional. “Mandatar el uso de un producto que no está disponible no conduce a ningún beneficio ambiental”, sostuvo Walsh.
Además, señaló que las empresas petroleras obligadas a producir SAF están trasladando esos costos al precio del combustible tradicional. Según IATA, el precio que están cobrando “supera ampliamente el costo real del suministro limitado de combustible sostenible”.
“La UE, en efecto, ha facilitado que proveedores en situación de monopolio aumenten los precios sin ofrecer beneficios ambientales”, agregó el directivo, instando a las autoridades europeas a revisar sus objetivos actuales en materia de SAF.