NOTICIAS DESTACADAS

IATA y las nuevas regulaciones al consumidor en la aviación: “Es sumamente injusto pagar por las ineficiencias de otros”

En medio de un contexto geopolítico y económico incierto, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) manifiesta su preocupación por la creciente olas de regulaciones a favor del consumidor que existe en la aviación. Se trata de un nuevo y no menor desafío considerando que muchas de las nuevas leyes no son un aporte ni para la industria ni para los clientes.

Desde hace años, las nuevas regulaciones en la aviación en lo que respecta al pasajero están creando una judicialización extrema que elevan los costos. Para el sector aéreo es una mala copia de lo que ocurrió en Europa cuando se legisla sobre la denegación de embarque.

En Nueva Delhi, este tema fue uno de los puntos que se abordaron en la Asamblea General de IATA. Desde el gremio de las aerolíneas aclaran que abordar este tema no se trata de oponerse, simplemente que se apliquen de manera justa según corresponda.

Para Willie Walsh, director de IATA, la ola de nuevas regulaciones impuestas a la aviación comienza 20 años atrás cuando Europa comienza a tratar el tema de la denegación de embarque. En su perspectiva, es un tema que debía tratar considerando el impacto que tiene para el pasajero ese momento y que las aerolíneas se deben a sus clientes.

“Si te dicen que no estás en el avión y tienes que arreglar las cosas tú mismo, entonces puedo entender por qué esa regulación fue introducida en ese momento”, señala.

Sin embargo, la buena intención de proteger al pasajero nunca fue bien entendida. Por el contrario, evoluciona de manera mal que hoy hace que exista un desbalance en la normativa. Actualmente, las aerolíneas y los usuarios son los únicos que pagan cuando fallan los aeropuertos, el sistema de control de tránsito aéreo o cuando los organismos públicos no cumplen debidamente sus funciones.

Como ejemplo, pone de manifiesto el cierre del aeropuerto de Heathrow en Londres. La falla eléctrica refleja una falta de planificación del aeropuerto cuyos costos terminan pagando las aerolíneas y los usuarios.

“Nada que ver con las aerolíneas y no hubo nada que las aerolíneas pudieran hacer para enfrentar la contingencia. Sin embargo, fueron sujetas a una pena financiera para compensar a los clientes por el fallo del aeropuerto”, señala.

Ya en ese momento, Walsh menciona la importancia de encontrar una legislación más justa en la aviación. Plantea que se urgente que los Gobiernos y la industria aérea encuentren una distribución más justa de los costes de la atención a los pasajeros a fin de evitar que las aerolíneas asuman por sí solas cuando falla la infraestructura.

Un problema extrapolable a Latinoamérica
Lo que pasa en Heathrow no es el único caso. En los Estados Unidos, por ejemplo, las aerolíneas y los pasajeros pagan los costos de la falta de inversión en tecnología y de controladores aéreos. Ya el aeropuerto de Newark impuso un recorte de vuelos en un 10% para mitigar el problema reduciendo las alternativas de viaje. Esto, sin mencionar todos retrasos, retrasos y cancelaciones de vuelos en las últimas semanas.

En Latinoamérica, las fallas de infraestructura en el nuevo aeropuerto de Lima es otro ejemplo. Otros casos son las deficiencias en Santiago y otros aeropuertos Chile, por mencionar algunos.

La falta de un balance adecuado en las regulaciones con responsabilidades según corresponda para cada sector amenazan con poner en riesgo la democratización de la aviación. La razón es simple. Cada costo adicional que se le cargan a las aerolíneas lo terminan pagando los pasajeros con boletos aéreos más caros o menos servicios…

Compartir noticia:
ANUNCIOS
SÍGUENOS
Biblioteca Virtual