Iberia ha dado otro paso para su transformación definitiva en una compañía distinta a la que en 2011 se fusionó con British Airways en IAG. Tras dos años de enfrentamiento abierto, la dirección y sus 1.300 pilotos firmaron públicamente la paz con un acuerdo que calificaron de «malo para los dos y, por lo tanto, bueno para ambos».
Luis Gallego, presidente de Iberia, presentó el acuerdo con Justo Peral, jefe de la sección sindical de pilotos Sepla. Peral no entró en los detalles económicos, que deberán ser conocidos por el colectivo antes de firmarlo como parte de su nuevo convenio. Gallego tampoco concretó en qué se traducirá -recuperación de rutas, mercados, nueva flota- el logro de unas bases económicas estables y rentables que lleva un año negociando.
Por el momento, tiene más valor el compromiso de retirar el cruce de demandas con el que ambas partes se han atacado. Pero en cualquier caso el pacto se hacía imprescindible para que la compañía remonte tras quedar reducida a 70 aeronaves y bajar al tercer puesto del mercado español tras Ryanair y Vueling y perder el liderazgo en Latinoamérica frente a Air France KLM. En los momentos más graves del conflicto, Iberia llegó a sufrir pérdidas de un millón de…
