El mercado está cauteloso ante el futuro del proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM).
En lo que va del año, los bonos del fideicomiso MEXCAT, que busca crear ganancias con los impuestos generados por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y del NAIM, han caído 11.7 por ciento.
Con ello, estas notas a 30 años emitidas en septiembre de 2017 cotizaron a un precio de 87.52 pesos, muy por debajo del máximo, de 101.14 pesos alcanzado el pasado diciembre.
Este descenso en el precio implica que el rendimiento se ha disparado, pues los inversionistas ahora exigen un mayor premio por invertir en estos instrumentos.
El rendimiento de las notas se ubica actualmente en 6.44 por ciento, un nivel récord desde que fueron emitidos.
Adrián Garza, analista senior de Moody"™s, explicó a El Financiero que, a pesar de la caída en los precios, la calificación de los bonos del aeropuerto mantiene una perspectiva estable.
No obstante, el mes pasado, el especialista advirtió que cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) tendría implicaciones crediticias negativas para el sector aeroportuario mexicano en general.
"El candidato a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, ha expresado su oposición a la construcción del aeropuerto y ha prevenido que, de ser electo, revisará el proyecto y considerará otras alternativas. La cancelación del proyecto, o serios retrasos a su apertura, tendría implicaciones crediticias negativas, no nada más para MEXCAT (Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México) sino también para el sector aeroportuario mexicano en general", explicó Moody"™s en un comunicado.
Según información de Bloomberg, el fideicomiso MEXCAT ha colocado al menos ocho tramos de sus bonos, cuatro en 2016 y cuatro más en 2017.
Estos últimos totalizaron 4 mil millones de dólares con vencimientos en 2028 y 2047. La calificación asignada por Moody"™s para estas notas es de Baa1, mientras que las de Standard & Poor"™s y Fitch son BBB+, en ambos casos.
Esta semana, Federico Patiño, director general del proyecto del NAIM, señaló que la rentabilidad presente y futura de la terminal aérea es una oportunidad "inmejorable" para el Estado de generar desarrollo en los sectores nacionales aeronáutico, turístico, económico y productivo, y que una concesión al sector privado es viable.
"Una vez concluido el Nuevo Aeropuerto el Gobierno Federal podría concesionarlo para recuperar su inversión, pues es factible legal y administrativamente. Hacerlo antes, implicaría transferir altos riesgos operativos y financieros a un posible concesionario, con un alto costo para el Estado", puntualizó…