Para la plana mayor de Air Europa, el proyecto de la aerolínea tiene futuro, tras haber anotado los espectaculares resultados en el tercer trimestre del ejercicio y previsiones para el segundo semestre de un beneficio histórico de 160 M€, una facturación prevista de 1.200 M€ y más de 5 M de pasajeros. “Esto es fruto de una reinvención de la compañía y no simplemente del boom del tráfico de pasajeros de vuelta a los aviones en verano”, ha afirmado su CEO, Jesús Nuño de la Rosa, quien explica los ejes de esa transformación, vital para enfrentar los nuevos desafíos de 2023 y seguir creciendo a largo plazo, sola o con un buen socio.
¿En qué ha consistido la estrategia de optimización de su gestión, sobre qué bases les permitió expandir el negocio?
En primer lugar, ha sido clave nuestro proceso de unificación de flota. En breve, todos nuestros aviones serán modelos de Boeing: el 787 Dreamliner y el 737. De hecho, seremos la primera compañía española en incorporar el 737 MAX, a partir de 2024. Todo esto es fundamental porque nos ha permitido incrementar nuestra oferta de plazas sin necesidad de aumentar el número de vuelos. Tenemos más capacidad y, al mismo tiempo, somos más eficientes gracias a modelos mucho más modernos que consumen menos y reducen las emisiones.
En segundo lugar, hemos optimizado la gestión del negocio a través de la selección de rutas, el refuerzo de nuestra posición en el hub de Madrid-Barajas y la apuesta por áreas de negocio muy rentables para nosotros.
Por último, ha sido fundamental el papel de todo el equipo de la aerolínea. Las cerca de 4.000 personas que forman parte de Air Europa han trabajado muy duro para afrontar un escenario muy complicado en los dos últimos años y sacar adelante un negocio que hemos reinventado en su totalidad.
¿Cómo han logrado recuperar la rentabilidad en un contexto de mayores costes?
La reorganización del negocio ha sido determinante. Como he comentado anteriormente, operamos aviones más modernos y eficientes que han contribuido a mitigar el impacto del incremento en el precio de los carburantes al tiempo que nos han permitido transportar a más pasajeros con un 6% menos de vuelos desde el hub de Madrid-Barajas. Hemos flexibilizado nuestra operativa abriendo las rutas a medida que asegurábamos la demanda y estamos aplicando la tecnología más avanzada para ser más eficientes en aspectos como el cálculo de rutas o la gestión de la carga.
Por supuesto, también hay que destacar la confianza de nuestros partners en el proyecto. Hemos podido renegociar contratos con proveedores y lessors para afrontar con más garantías este escenario. Los resultados están a la vista.
¿Cuáles consideran sus principales desafíos para 2023?
De manera inmediata, está claro que tenemos que afrontar un mercado inestable, marcado por la inflación, el incremento del precio del combustible, la paridad entre euro y dólar y el conflicto de Ucrania.
A largo plazo, será muy importante abordar los próximos pasos en nuestro plan de expansión, para los que estamos preparando ya la llegada de nuevos aviones, el estudio de nuevos destinos y el reto de la sostenibilidad en nuestro sector, marcada por la incorporación de carburante SAF para cumplir con los objetivos de descarbonización…