Boeing ha advertido de que la tasa de producción del modelo 777 podría efectivamente descender a 3,5 unidades por mes a finales del próximo año o principios de 2018, a menos que los esfuerzos que en estos momentos realiza su equipo de Ventas se traduzcan en pedidos firmes en los próximos meses.
Boeing todavía prefiere creer que las perspectivas de ventas son lo suficientemente positivas como para que no sea necesario un nuevo recorte de la producción. Sin embrago, el presidente y CEO del fabricante aeronáutico estadounidense, Dennis Muilenburg, describió a los analistas, en una video conferencia el pasado 26 de octubre, el peor escenario-caso para uno de los programas más rentables del consorcio; según recoge el portal especializado FlightGlobal.
Boeing ya ha anunciado planes para reducir la producción del 777 de 8,3 a siete unidades mensuales el próximo año. A medida que el primer 777-9 entre a montaje en 2018, el efecto de construir aviones de prueba reducirá la producción a una tasa efectiva de 5,5 por mes en 2018. Muilenburg apunta que para finales de 2017 podría ser necesaria otra reducción de una o dos unidades más por mes.
Bajar a una tasa de 3,5 unidades mensuales representa el peor escenario, una cifra que se ha calculado partiendo de la hipótesis de que si Boeing no puede vender otro 777 durante los próximos dos años, más del 90% de los huecos de producción disponibles en 2019 se llenarían y venderían a la tasa de 3,5 por mes, dice Muilenburg.
Después de establecer una serie de registros anuales de ventas de 2012 a 2014, la demanda de aviones comerciales de Boeing ha disminuido durante los últimos dos años. Las aerolíneas clientes son más «vacilantes» acerca de la compra de aviones de fuselaje ancho en el clima actual del mercado, dice Muilenburg, que cita factores como la menor producción económica mundial, la inestabilidad geopolítica y la menor demanda de envío de carga por vía aérea…