La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) ha publicado los resultados del tráfico aéreo mundial de pasajeros de marzo de 2020. La demanda, medida en pasajeros por kilómetro transportados (RPK, por sus siglas en inglés), se hundió un 52,9% interanual, el peor dato de la historia reciente que muestra el impacto de las medidas de los gobiernos para frenar la expansión del COVID-19. En términos desestacionalizados, la demanda global de pasajeros se situó en niveles de 2006. La capacidad de marzo, medida en asientos por kilómetro ofertados (ASK, por sus siglas en inglés) se contrajo un 36,2% y el factor de ocupación se desplomó 21,5 puntos porcentuales, hasta el 60,6%.
“Marzo ha sido un mes desastroso para la aviación. El cierre de fronteras y las restricciones de viaje por COVID-19 han hecho mella progresivamente en todo el sector, incluidos los mercados nacionales. La demanda ha caído a niveles de 2006, cuando nuestras flotas y fuerza laboral está preparada para atender el doble. Y lo que es peor, sabemos que la situación se ha agravado en abril, y la mayoría de los indicadores apuntan a una recuperación lenta”, Alexandre de Juniac, consejero delegado de la IATA
Mercado internacional de pasajeros
La demanda internacional de pasajeros de marzo se contrajo un 55,8% interanual. El dato de marzo empeora respecto al declive del 10,3% de febrero. Todas las regiones registraron caídas de doble dígito. La capacidad descendió un 42,8%, y el factor de ocupación lo hizo 18,4 puntos porcentuales, hasta el 62,5%.
Asia-Pacífico fue la región más afectada, con un desplome de la demanda internacional de pasajeros del 65,5% interanual, más del doble respecto a la caída del 30,7% de febrero. La capacidad cayó un 51,4% y el factor de ocupación se hundió 23,4 puntos porcentuales, hasta el 57,1%.
En Europa los RPK internacionales cayeron un 54,3% interanual, frente al crecimiento interanual prácticamente plano de febrero. La capacidad descendió un 42,9% y el factor de ocupación bajó 16,8 puntos porcentuales, hasta el 67,6%, el más alto respecto a las demás regiones.
En Oriente medio las aerolíneas registraron un descenso del tráfico internacional de pasajeros del 45,9% interanual, frente al incremento del 1,6% registrado en febrero. La capacidad se contrajo un 33,5%, y el factor de ocupación se deslizó 13,7 puntos porcentuales, hasta el 59,9%.
En Norteamérica el tráfico se hundió un 53,7% interanual, una caída severa respecto al dato interanual de febrero (-2,9%). La capacidad se contrajo un 38,1%, y el factor de ocupación bajó 21,1 puntos porcentuales, hasta el 62,8%.
En Latinoamérica las aerolíneas registraron una caída interanual del 45,9% en el tráfico internacional de marzo. En febrero la demanda se contrajo un 0,2% interanual. La capacidad descendió un 33,5%, y el factor de ocupación bajó 15,3 puntos porcentuales, hasta el 66,5%.
En África los RPK internacionales sufrieron una desaceleración del 42,8%, un fuerte deterioro respecto a la caída del 1,1% interanual de febrero. La capacidad se contrajo un 32,9%, y el factor de ocupación lo hizo 10,5 puntos porcentuales, hasta el 60,8%.
Mercado doméstico de pasajeros
La demanda de los viajes nacionales se contrajo un 47,8% interanual en marzo, frente al declive del 21,3% que sufrió el sector en febrero. Todos los mercados experimentaron caídas de doble dígito. La capacidad descendió un 24,5%, y el factor de ocupación se desplomó 26,0 puntos porcentuales, hasta el 58,1%.
En China las aerolíneas volvieron a registrar el peor desempeño con una desaceleración del 65,5% interanual. No obstante, el dato de marzo mejora respecto a la caída del 85% interanual de febrero, tras la reapertura de los viajes domésticos.
En Japón las aerolíneas registraron un declive del 55,8% interanual, a pesar de no haber implementado ningún cierre generalizado en el país.
Balance final
“La industria de aerolíneas sigue en caída libre, y aún falta por llegar al suelo. Pero llegará un momento —pronto, espero— en el que las autoridades estarán listas para comenzar a levantar las restricciones de movilidad y abrir las fronteras. Es imperativo que los gobiernos trabajen con la industria ahora para preparar ese momento. Es el único modo de que, cuando llegue ese día, contemos con las medidas necesarias para asegurar a los pasajeros un entorno de viaje seguro y garantizar a los gobiernos que la aviación no será un vector de expansion de la enfermedad. Debemos evitar también la confusión y la complejidad que siguió al 11S. El reconocimiento mutuo de unos estándares globales viables será esencial para conseguir este objetivo. El único modo de alcanzar esta meta es la cooperación”, dijo De Juniac.