Las aerolíneas europeas prevén alcanzar un beneficio neto cercano a los 2.800 millones de dólares (2.060 millones de euros) en 2014, con un margen de utilidad neta de apenas un 1,3% y un beneficio por pasajero de 3,23 dólares (2,37 euros), frente a casi un 71% que los 11,09 dólares (8,15 euros) esperados por las compañías aéreas norteamericanas.
En este sentido, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) lamenta la debilidad financiera que presentan las compañías de esta región con respecto al resto de aerolíneas del mundo.
Por ello, el director general y consejero delegado de la organización, Tony Tyler, ha instado a Europa a reforzar la base sobre la que se sustenta el transporte aéreo, los estándares globales de seguridad y la sostenibilidad.
Asimismo, animó a los distintos gobiernos de la región a hacer frente a las desventajas competitivas de Europa en los ámbitos de la fiscalidad, la regulación y la infraestructura, sobre todo, a través de medidas enfocadas a la mejora de la conectividad global.
«Hay una larga lista de cosas que Europa debe y puede hacer para mejorar el entorno operativo de su sector de aviación. Y la motivación para ello es que la aviación genera trabajo y crecimientos en la economía a través de la conectividad», afirmó Tyler.
Durante su discurso de apertura a la sesión de diálogo entre la Unión Europea (UE), la Conferencia Europea de Aviación Civil, y la industria del transporte aéreo europeo que se está celebrado en Viena, señaló que una «aviación exitosa mejora la competitividad europea».
Tyler recordó que la industria aérea es «un elemento imprescindible» para la obtención de beneficios de la conectividad.
Así, critica el exceso de impuestos y tasas que existe en el mercado de la aviación europea, con un sistema de gestión del tráfico aéreo «mal administrado», una capacidad aeroportuaria insuficiente y unos costes de infraestructura «demasiado caros».
DÉFICIT DEL 12% EN LOS AERÓDROMOS EUROPEOS PARA 2035.
En el caso concreto de las infraestructuras, Europa urgió a agilizar la implantación del Cielo Único Europeo (SES), la principal de sus prioridades, un proyecto «largamente demorado».
Asimismo, abogó por el establecimiento de un marco regulador económico independiente de los resultados europeos en la Navegación Aérea y una reorganización y disgregación de servicios de apoyo al sistema de gestión del tráfico aéreo, que actualmente generan «enormes costes» y duplicación de tiempos»…