El esfuerzo de Naciones Unidas para redactar un acuerdo que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de los viajes aéreos internacionales ha hecho pocos progresos, lo que ha despertado dudas de que su organismo de aviación civil pueda emitir una resolución final antes de la fecha límite de septiembre, dijeron varios responsables gubernamentales.
Representantes de la Organización Internacional de Aviación Civil (ICAO, por sus siglas en inglés) dijeron que un grupo de representantes de alto nivel de 17 países consultados para un acuerdo mundial continúa estancado sobre una serie de aspectos clave.
El grupo ha recibido el encargo de desarrollar un plan mundial para abordar las emisiones de la aviación usando medidas basadas en el mercado a tiempo para la asamblea trienal de septiembre.
Pero aún han de resolverse cuestiones claves como si los estados o aerolíneas serían responsables de pagar por sus emisiones; cómo contabilizar las emisiones de la aviación de un país; y si los países menos desarrollados debería tener objetivos diferentes de los ricos.
«Esperábamos que trajeran a la mesa algo de capacidad para encontrar algo de compromiso. Lo que ha trascendido, sin embargo, de las tres reuniones del grupo es que lamentablemente hemos hecho pocos progresos», dijo Kerryn Macaulay, representante de Australia ante la ICAO.
Si la ICAO hace suficientes progresos para un acuerdo mundial de emisiones, podría conllevar que la Unión Europea no necesite aplicar más su propio sistema de comercio de emisiones a las aerolíneas mundiales.
La aplicación en 2013 de una ley de la UE que exige que todos los aparatos que usen aeropuertos de la UE paguen emisiones de carbono a través del Marco de Comercio de Emisiones desató amenazas de una guerra comercial. Estados Unidos, China, India y Rusia están presionando contra ella.
A finales de 2012, la UE accedió a «detener el reloj» sobre la ley que exige que todas las aerolíneas paguen por cada tonelada de emisiones asociadas con vuelos a y desde sus aeropuertos, considerando que la ICAO aportaría una solución a finales de este año.
LA INDUSTRIA, A FAVOR DE LA COMPENSACIÓN
La ICAO ha reducido sus opciones a tres puntos: un marco de compensación obligatoria, una compensación preceptiva que recaudaría fondos para financiar medidas conjuntas contra el cambio climático y un marco mundial de comercio de emisiones similar al mercado de carbono de la Unión Europea.
Tony Tyler, consejero delegado de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), dijo que la industria prefería el sistema de compensación de carbono a nivel mundial.
Según este marco, cada proveedor aéreo o país tendría que adquirir créditos para cubrir cada tonelada de carbono emitida sobre una base establecida.
«Estamos buscando simplicidad y facilitar la gestión como un componente clave de hacia dónde vamos, así que es probable que la industria esté a favor de un marco de compensación global en lugar de comercio de emisiones», dijo Tyler a Reuters en un taller medioambiental de ejecutivos de aviación en Montreal.