Independientemente de la coyuntura económica, el fabricante francés de aviones Airbus espera que el tráfico aéreo en Latinoamérica continúe creciendo, al punto que se necesitarán más de 2.500 aviones nuevos en los próximos 20 años.
Esto implicará una inversión de alrededor de US$330.000 millones, con lo cual la flota en la región se duplicará para soportar el alza en el transporte de pasajeros y de carga con mayor eficiencia.
Sobre estos temas, Rafael Alonso, presidente de Airbus para América Latina y el Caribe, habló con Portafolio.
¿Qué tan importante es el mercado latinoamericano para Airbus?
El mercado en América Latina y el Caribe es fascinante y es un orgullo vivir la evolución de la aviación comercial en la región, en donde tenemos más de 1.000 aviones vendidos, una cartera de pedidos de más de 450 aeronaves, y donde operan cerca de 650 de nuestros aviones. La industria de la aviación en Latinoamérica ha evolucionado radicalmente en los últimos 30 años que Airbus ha estado presente en la región, el tráfico aéreo de esta ha crecido de forma constante y vemos un futuro brillante. En los últimos 10 años, Airbus ha triplicado su flota en servicio entregando más del 60 por ciento de los aviones que operan en América Latina y el Caribe.
¿Cuáles son sus expectativas?
El tráfico aéreo crecerá por encima de la media mundial y pronosticamos que A. Latina necesitará más de 2.500 nuevos aviones de pasajeros y carga entre 2015 y 2034 para atender este crecimiento, por un valor estimado de US$330.000 millones. Eso significa que la flota de aviones de pasajeros y de carga operados por las compañías de la región se duplicará hasta llegar a cerca de 3.000 aviones en los próximos 20 años.
También se prevé que en dos décadas haya 91 megaciudades de aviación en el mundo (con más de 10.000 pasajeros de larga distancia por día) de las cuales nueve estarán en nuestra región; hoy son solo dos: Buenos Aires y São Paulo.
¿Qué tanto el enfriamiento de la economía y la devaluación ha afectado la demanda de aviones?
Si nos guiamos por una perspectiva a largo plazo, somos muy optimistas. La aviación es un medio de transporte esencial, incluso en épocas de crisis o desaceleración económica, tal como está experimentando la región hoy.
Pase lo que pase, vemos que el tráfico aéreo se duplica cada 15 años. Está claro que la industria aeronáutica es menos dependiente de las coyunturas económicas, por el contrario se proyecta más bien en el mediano y largo plazo.
Estas proyecciones las suelen hacer las aerolíneas para evaluar la expansión y modernización de su flota, y de hecho las principales ya están en ese proceso, lo cual les permite alcanzar notables mejoras en la eficiencia de su operación, incluso en un entorno económico desfavorable. Cuanto menos crezca la economía, mayor es la necesidad de reducir los costos y ser más eficientes.
¿De qué manera se ha sentido eso?
La modernización de la flota no solo se refleja en menor consumo de combustible, sino que también se optimizan los costos de mantenimiento, lo cual beneficia a las aerolíneas y las ayuda a ser más eficientes.
Por ejemplo, LATAM redujo su consumo de combustible en un 25 por ciento por asiento cuando empezaron a operar sus A350 XWB. Lo mismo está ocurriendo con los primeros clientes del A320neo, como LATAM, Volaris, VivaAerobus, Avianca Brasil y Azul, los cuales están viendo una reducción del 15% en el consumo de combustible por viaje comparado con aviones de generaciones anteriores…