¿Por qué una mujer quisiera ser piloto comercial si se trata de una labor casi absolutamente masculina? ¿Qué hay detrás de ese sueño de volar un Boeing 737 (170 pasajeros) o esa utopía de comandar un Airbus 340 (375 pasajeros)? ¿Sólo es la vocación la culpable de ese deseo que está por encima de todas las trabas que hay que sortear?
En la actualidad hay 22 pilotos damas en un universo comercial de 1623 caballeros, de acuerdo a los datos informados por ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil). Casi nada. Aunque, advirtiendo cómo venía el panorama y oteando el horizonte, estamos viviendo el comienzo paulatino del final de una era: la cabina del avión está dejando de ser el histórico espacio masculino en la Argentina… y en el mundo, donde sólo el 3 % del total de pilotos son mujeres.
¿Qué es lo que sucede para que no haya más mujeres comandando un avión? «El poder de decisión es clave para que una mujer llegue a ser piloto comercial. El avión va tan rápido, recorre 14 kilómetros por minuto, que no podés ser una persona vacilante, imaginate… Y creo que es un tema cultural, que las mujeres no se animan, dudan, ‘que quiero esto, aquello, lo otro’ y para este trabajo es imprescindible tener poder de convicción», intenta encontrar una explicación a las estadísticas Viviana Benavente, la primera piloto de aerolínea comercial de nuestro país, que llegó a Aerolíneas Argentinas en 1997.
¿Hay que tener alguna cualidad extra para ser piloto? «SÃ, es clave: actitud, entrega, responsabilidad y paso firme. Yo no me amedrento por trabajar rodeada de hombres, es mi mundo habitual», hace saber Benavente, quien por estar en rehabilitación tras una intervención en sus pies no pudo ser parte de las fotos. «Estoy como leona enjaulada», grafica impaciente y cruzando los dedos para volver a volar en mayo. Es para resaltar que Viviana estuvo en el vuelo histórico de Aerolíneas, en abril de 2011, tripulado totalmente por mujeres, cubriendo el trayecto Buenos Aires-Jujuy…