La industria aerocomercial vive momentos difíciles, por el alza de sus costos, altamente dolarizados, y la baja de sus ingresos. Latam Argentina, segunda compañía en el país del mercado de cabotaje y primera en vuelos internacionales, lleva tres balances en rojo y, este año, acumularía el cuarto consecutivo, según admitió Rosario Altgelt, gerente general de la aerolínea, en una entrevista a El Cronista.
El año pasado, la empresa registró ingresos por US$ 584,96 millones en Argentina, un 41% menos que el año anterior. Sin embargo, la ejecutiva es optimista por varias medidas que se están implementando y por la apertura mostrada por el gobierno al diálogo. En particular, por la reapertura del Aeroparque Jorge Newbery a vuelos regionales.
La competencia con las low-cost, la alianza con Delta y los desafíos por delante para trabajar en la «sustentabilidad de la industria» fueron algunos de los temas conversados con Altgelt, quien está a punto de cumplir dos décadas en Latam.
«Sólo vuela un tercio de los argentinos que podrían hacerlo. La industria podría ser tres veces más grande, si se compara con otros mercados. Hay mucho por hacer. Algunas medidas colaboran para el desarrollo de la industria, como hacer el avión más inclusivo, que más gente pueda volar. Y la regionalización de Aeroparque anunciada por este gobierno es una muy buena noticia. Permite conectar con Chile, Brasil y, ahora, también Perú. El principal beneficiado es el pasajero de ciudad, que accede a más destinos. Pero, también, genera más turismo receptivo, que es estratégico para Argentina, porque genera el ingreso de dólares al país. El gobierno y los actores privados tenemos que trabajar en conjunto para impulsar el turismo receptivo y el local, que viene creciendo en los últimos años».
– La industria está muy golpeada por la devaluación, por sus altos costos en dólares e ingresos a la baja. ¿Qué medidas cree que ayudarían?
– Hay muchas tareas pendientes para lograr que la gente vuele. Tenemos que trabajar en la sustentabilidad de esta industria. Latam lleva muchos años perdiendo dinero y todos los actores están en una situación similar. En el mercado internacional, la fuerte devaluación hizo que mucha menos gente viaje al exterior, y eso, a las aerolíneas, nos complica bastante en la
ecuación de costos e ingresos. Si bien, por la devaluación, puede haber más turismo respectivo, no es automático. Pero queremos trabajar con el gobierno para que eso suceda. En el mercado doméstico, hay un problema de sustentabilidad importante porque los ingresos son en pesos y la mayoría de los costos, en dólares. Con lo cual la devaluación nos deja en una situación muy difícil.
– En los resultados de Latam, la caída del ingreso del negocio en dólares en Argentina es casi a la mitad.
– Sí, porque, a una devaluación más pequeña, el negocio la logra solventar. Pero, con la magnitud de la devaluación que tuvo Argentina, definitivamente, se ve impactado de forma terrible.
– Más allá del tema cambiario, ¿qué es lo que más pesa en que el negocio para no sea rentable en Argentina?
– Además de los ingresos en pesos y de la mayoría de los costos en dólares, que impactan bastante, creemos que el mercado argentino puede ser más competitivo, porque, al final, competimos con el mundo. Ahí, hay una oportunidad en nuestros costos laborales y en la relación con proveedores de la industria. Latam está dispuesta a generar esas conversaciones, no sólo con el sector público y el regulador, sino también con los gremios, actores fundamentales en la discusión.
– Se han reunido con el ministro de Transporte Mario Meoni, ¿hubo resultados?
– Tuvimos reuniones también con el ministro de Turismo (Matías Lammens) y coincidimos en desarrollar el mercado local y el turismo receptivo. Creo que la agenda es común y, también, hablamos de la regionalización de Aeroparque, para volver al escenario símil de marzo de 2018, previo al cambio. Vemos mucha apertura de parte del gobierno, tanto en Transporte como en Turismo. Nos abrieron las puertas y presentaron propuestas de trabajo conjunto. Cumplimos 15 años en el país, estamos muy contentos de los logros conseguidos. Pero hay mucho más por hacer.
– En agosto de 2018, se eliminó el mínimo tarifario para compra anticipada de pasajes de cabotaje. ¿Está de acuerdo con la medida, en un contexto en el que las tarifas cayeron y los costos aumentaron por el dólar?
– En ningún mercado hay regulación de precios: la tarifa la fija el mismo mercado. Argentina fue el único país. Vemos con buenos ojos la liberación de tarifas. Es cierto que, en mercados de alta inflación, es más difícil que se autorregule. Pero estamos viendo mucha racionalidad en términos de precios, algo más auspicioso; creemos que se irán acomodando en el mercado de cabotaje. En vuelos internacionales, bajaron dramáticamente en dólares. La caída internacional emisiva es de 70% en dólares entre 2017 y 2019…