Aunque el aeropuerto El Dorado mantiene un estándar en servicio a los usuarios y no es comparable con la terminal de hace una década, otros dos aeropuertos de la Región resultaron mejor ubicados en el ranking que hace cada año la consultora británica Skytrax.
El primer lugar en la Región lo ocupa Lima (47 en la clasificación mundial) el cual escaló dos puestos desde 2018. Le sigue Quito en el puesto 49, mientras que Bogotá quedó en el tercer puesto de América Latina y 53 en el mundo.
El primer lugar en el escalafón global lo ocupa Singapore Changi, un aeropuerto 5 estrellas que la logrado combinar una infraestructura física de primera con sistemas de operación y control de alta tecnología en innovación. En el segundo lugar está Tokio Haneda, seguido de Seúl Incheon.
El primer terminal europeo es Múnich ubicado en el puesto 7, seguido de London Heathrow en el 8. Madrid se ubica en el puesto 35 y Barcelona en el 43.
Urge ampliación
Algunos críticos de El Dorado señalan que en los últimos años esta concesión se dedicó más a convertir este espacio en un centro comercial lucrativo, descuidando aspectos clave de la operación. Por el lado de los operadores, se dice que los nuevos espacios comerciales eran una de las solicitudes más recurrentes por parte de los pasajeros.
Lo cierto del caso es que las actuales instalaciones del aeropuerto estarán copadas en el próximo lustro. El año pasado se movieron por esta terminal aéreo un total de 32,7 millones de pasajeros, siendo el tercero en América Latina.
“En hora pico la capacidad se ve copada debido a la intensa operación de vuelos y a las restricciones técnicas propias de un aeropuerto ubicado a 2.600 metros sobre el nivel del mar”, cuenta un experto.
Los aviones en Bogotá no pueden despegar con todo el peso con el cual están diseñadas o construidas las aeronaves. Esa menor capacidad de carga hace menos competitivo el terminal frente a otros aeropuertos ubicados en el nivel del mar, como Lima y Panamá. Por eso el nuevo aeropuerto de Quito fue construido a 2.400 metros sobre el nivel del mar, 400 metros más bajo que su antecesor.
La altura no se puede cambiar, pero sí otras cosas que están afectando la operación. Por ejemplo, se requiere cuanto antes definir la hoja de ruta que tendrá este terminal para las próximas décadas.
Duplicar la capacidad del actual aeropuerto capitalino de 40 a 80 millones de pasajeros por año es uno de los objetivos de la Iniciativa Privada (IP) que presentó Odinsa al gobierno nacional. Se trata de un billonario y ambicioso plan de obras que requerirá de inversiones que se calculan en US$3.200 millones, una cifra solo comparable con la primera línea de metro que costaría más de US$4.000 millones.
Esta iniciativa está en estudio por parte de la Agencia Nacional de Infraestructura. La iniciativa plantea la construcción de una tercera pista de aterrizaje en la parte nororiental del aeropuerto, la ampliación de la terminal actual (detrás de Catam), una tercera fase que involucra una tercera terminal y, por último, la construcción y operación de El Dorado 2, que estaría ubicado en Madrid, Cundinamarca.
Una vez concluidas todas las fases de ampliación, el aeropuerto con todas sus terminales y pistas nuevas, permitiría el paso de 80 millones de pasajeros al año, es decir, el doble de la actual capacidad…