Berlín es pobre pero atractivo, según señaló uno de sus anteriores alcaldes. A juzgar por el escándalo, lo mismo puede decirse de la aerolínea que lleva su nombre. Lufthansa planea comprar Air Berlin.
La Unión Europea teme que la gran aerolínea de Alemania termine acaparando demasiado poder. Pero es probable que al resto de la industria de la aviación europea la perspectiva le tranquilice bastante. (Noticias relacionadas: Lufthansa confía en concretar adquisición de Air Berlin en enero)
En octubre, el grupo alemán acordó comprar la mitad de los activos de Air Berlin por una suma estimada en 210 millones de euros. El acuerdo fue negociado por el Gobierno para minimizar las pérdidas de empleo en un año electoral, y para preservar la máxima cuota de propiedad alemana posible. La Comisión de la Competencia de la UE no puede ignorar las implicaciones de este paso. Air Berlin aportaría la filial nacional LGW y Niki, una aerolínea austriaca especializada en destinos turísticos, además de algunos aviones. Tras la unión con LGW, la cuota de mercado del grupo combinado dentro de Alemania sería del 82%. Condor, una filial de Thomas Cook que se ha opuesto a la operación, advierte de que una cuarta parte de las rutas internas de Lufthansa se convertirían en monopolios.
Como remedio, la comisaria europea de la Competencia, Margrethe Vestager, podría preferir que Lufthansa venda Niki, u otras rutas que puedan incluir valiosos espacios de despegue y aterrizaje en aeropuertos como Düsseldorf. Como aerolínea independiente, Niki sería fácil de vender, aunque los analistas se preguntan si sobreviviría por su propia cuenta.
Compañías aéreas de bajo coste como Ryanair y easyJet tampoco se inquietarán. Se ha informado de que los precios de las rutas internas alemanas han aumentado al menos un 25% desde octubre, cuando Air Berlin dejó de volar. Ryanair ya se ha expandido en Alemania, donde contará con diez aviones en Fráncfort a partir del próximo verano, mientras que easyJet aguarda la revisión de su propio acuerdo para adquirir 25 aviones de Air Berlin. Estos aportan presencia en Tegel, el aeropuerto de Berlín preferido por los viajeros de negocios. Ninguna aerolínea vería con agrado que se prolongue la competición irracional de precios de un rival hundido, por mucho que se proteste por la división…