En primer lugar, el Gobierno de la hoja de maple informó que la Ley de Cannabis avala su uso sólo en propio territorio. Es decir: “intentar ingresar cannabis o cualquier otro producto que la contenga continúa siendo ilegal y puede conllevar sanciones penales de cierta consideración tanto en este país como en el extranjero”, señaló.
Así, una hipotética “Conexión 4:20” queda descartada, sin importar si el visitante procede de cualquier país –como Holanda– donde la cannabis esté legalizada o descriminalizada.
De igual forma, las personas que salgan de Canadá –turistas o residentes– no podrán portar cannabis al momento de pasar por filtros de seguridad, abordar aviones o documentarse en aduanas.
“Cada país o territorio decide quién entra o sale de sus fronteras. El Gobierno de Canadá no puede intervenir en tu nombre si no cumples con los requisitos de entrada o salida del destino al que te dirijas”, señaló.