En comparación con las transformaciones sin precedentes de las primeras revoluciones industriales de Europa, las transformaciones rápidas y globales de la “cuarta revolución industrial” presentan un momento de gran incertidumbre y oportunidad. “Estamos ante un futuro que parece llegar más rápido que nunca”, afirmó Juan Carlos Salazar Gómez, secretario general de Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Afirmó que la industria de la aviación en particular enfrenta actualmente un nuevo llamado a la transformación frente a tecnologías y riesgos que cambian rápidamente: desde emergencias sanitarias globales, inteligencia artificial y cambio climático hasta exploración espacial e incertidumbre política.
“La OACI, con el apoyo de los gobiernos y de la comunidad de la aviación mundial en general, está adoptando este impulso hacia la transformación para estar preparada para lo que depare el futuro. Esta es la historia del organismo para equiparse mejor –no sólo para resolver los difíciles y persistentes desafíos de los últimos años y los que están surgiendo– sino también para estar preparada para afrontar el próximo conjunto de complejidades y desafíos del mañana, en cualquiera que sea la forma que adopten”, afirmó el directivo.
Los firmantes del Convenio de Chicago de 1944, base de la aviación civil internacional, tuvieron la visión de prever el papel del sector en la configuración del mundo futuro. Establecieron una organización capaz de liderar y unir un mundo dinámico y que cambia rápidamente a través de viajes aéreos seguros y sostenibles. “Hoy es responsabilidad de la OACI honrar este legado transformándose para satisfacer las demandas del siglo XXI y más allá”.
Para implementar el objetivo de transformación de la OACI, se han identificado más de 40 proyectos, todos los cuales contribuyen a cuatro resultados centrales: mejorar la forma en que colabora la OACI, un cambio transformacional en la cultura organizacional, mejorar la eficiencia y eficacia operativas e incorporar procesos simplificados y racionalizados.
En última instancia, estos proyectos están orientados a desarrollar la propia capacidad de la OACI para fomentar una mayor innovación y una mejor colaboración en todo el ecosistema de la aviación civil.
Varios proyectos clave también tendrán un impacto significativo directamente en el panorama de la aviación, como el proyecto Normas y Métodos Recomendados (SARPS) y sistema de gestión de documentos, cuyo objetivo es transformar digitalmente el desarrollo y la gestión del ciclo de vida de las normas y métodos recomendados de la OACI para gobiernos de todo el mundo, ampliando el espacio para formas de trabajo más colaborativas e innovadoras.
Otro es el proyecto Modelo de Negocios de Apoyo a la Implementación: enfocado en diseñar e implementar un nuevo modelo operativo dinámico y responsivo que cree servicios nuevos e integrados para los Estados miembros, que sean más efectivos y eficientes.
El proyecto Asociaciones busca transformar el enfoque de la OACI para trabajar de manera más abierta, coherente y colaborativa, tanto con nuestros socios principales como con los nuevos.
El proyecto Igualdad de género es una prioridad central en la OACI; a través de un trabajo programático y servicios para apoyar a los Estados en la incorporación de esta en el sector de la aviación, así como en todas nuestras propias operaciones y formas de trabajo.
“Creemos que a través de este proceso de transformación, seremos un socio más fuerte para todos los países y la familia de las Naciones Unidas en todo el mundo, mejor capacitados para cumplir nuestro papel privilegiado de reunir diversas perspectivas y experiencias de toda la aviación, desenterrando innovaciones ocultas y descubriendo nuevas formas de trabajo que de otro modo podrían pasarse por alto cuando estamos demasiado apegados a nuestros procesos y sistemas establecidos”, aseveró Salazar Gómez…