La investigación internacional de Airbus revela que una nueva generación de perspicaces pasajeros están buscando cada vez más la comodidad de los asientos en el vuelo en las reservas de vuelos de largo recorrido. También están dispuestos a rascarse el bolsillo para obtener una mayor comodidad en clase economy. Casi el 54 por ciento cree que un aumento de la comodidad del asiento es crÃtica, lo que conduce a un 41 por ciento dispuesto a pagar más en economy y un 5 por ciento que considera invertir en una actualización en la búsqueda de más comodidad. Este creciente cohorte de los pasajeros de economy cada vez más no están dispuestos a aceptar asientos más apretados y un 34 por ciento están dirigiéndose a sitios web especializados, para determinar el verdadero valor del asiento para reservar vuelos.
Los pasajeros citaron la comodidad de dormir y el dolor de espalda y piernas como los tres factores principales de incomodidad en los vuelos de largo recorrido. También comentaron que los asientos que son demasiado estrechos tendrían un efecto moderado pero negativo en su bienestar post-vuelo, afectándoles con cansancio y músculos doloridos. El bienestar post-vuelo es de particular preocupación para los pasajeros empresariales que necesitan estar en plena forma para operar en entornos de trabajo. Dependiendo de la región, hasta el 70 por ciento de los pasajeros de clase economy viajan por negocios *.
Kevin Keniston, responsable de comodidad del pasajero de Airbus, dijo: «Los pasajeros son conscientes de la comodidad dentro del vuelo y esto afecta a las decisiones de compra. Nuestra investigación revela que casi la mitad de los pasajeros de economy están preparados para pagar más para obtener una mayor comodidad en economy. Las aerolíneas ya están respondiendo diferenciando sus ofertas de asientos dentro de clases y poniendo una prima del precio en opciones de asiento más cómodas- como independiente, primera fila o salida de emergencia. La anchura del asiento, sin embargo, es un determinante clave de comodidad y dado que los pasajeros están invirtiendo cada vez más tiempo y dinero para evitar sufrir un asiento de 17 pulgadas en un vuelo de largo recorrido, de servicio completo».
