El primer ministro francés, Manuel Valls, pidió a los pilotos de Air France sacrificios salariales para salvar la aerolínea, al tiempo que mostró el apoyo del Ejecutivo a la dirección de la compañía.
«El desafío es el salvamento de Air France», indicó Valls en la radio RTL, donde recordó que el Estado controla algo más del 17% del capital del grupo y que, como accionista, respalda los planes de la dirección.
El primer ministro pidió que acabe el clima tenso que reina en la empresa, que alcanzó su punto culminante el pasado lunes, cuando un grupo de trabajadores irrumpió en la sede del grupo y agredió a varios directivos en el momento en el que anunciaban un plan para reducir 2.900 puestos en los próximos dos años.
Era la respuesta de la aerolínea a la negativa de los sindicatos de los pilotos a hacer cesiones en favor de la productividad.
Valls solicitó a todas las partes que vuelvan a la mesa negociadora y exigió a los sindicatos de pilotos que hagan sacrificios.
«Creo que los trabajadores están listos para aceptar reformas a condición de que se hagan con diálogo y, sobre todo, a que los pilotos afronten plenamente sus responsabilidades», señaló el primer ministro.
Valls indicó que «sin el esfuerzo de los pilotos (…) no pueden hacerse buenas reformas y serán los demás trabajadores los perjudicados».
El jefe del Gobierno señaló que hasta principios del año próximo no entrará en vigor el plan de despidos propuesto por la empresa, por lo que instó a que se aproveche ese tiempo para negociar y evitar las reducciones de puestos.
La empresa exige a los pilotos más horas de vuelo a cambio del mismo salario para evitar los despidos, calculados en 300 pilotos, 900 azafatas y 1.700 miembros del personal de tierra entre 2016 y 2017…