En el sector adelantan una reducción en las tarifas por la competencia que significará a las compañías europeas que ofrecen conexiones a Asia desde nuestro país.
Primero fue Alitalia. Luego siguió British Airways y ahora se suma Qatar Airways. Luego de meses de especulaciones, la aerolínea catarà anunció ayer oficialmente que comenzará a volar a Santiago como parte de ocho nuevos destinos que serán inaugurados entre 2017 y 2018, consolidando así la llegada de grandes operadores aéreos al país en los últimos años.
Hace ocho meses el CEO de la compañía, Akbar Al Baker, había adelantado en una entrevista las intenciones de incluir a Chile en su red de destinos. Sin embargo, la información nunca fue oficializada y se enmarcó en el contexto de la rivalidad que existe con Emirates Airlines de contar con la ruta aérea más extensa del mundo y la fuerte disputa que libran las aerolíneas del Golfo Pérsico con sus competidoras estadounidenses.
En efecto, un vuelo entre Doha y Santiago tomaría 18 horas para cubrir los 14.413 kilómetros que separan ambas capitales, constituyéndose en el enlace aéreo más largo del mundo. Y aunque técnicamente es posible, la aerolínea estaría decantándose por operarlo con una escala en Río de Janeiro, otro de los destinos anunciados ayer.
Primeros contactos
Los acercamientos iniciales comenzaron a principios de este año. Pero algo más concreto ocurrió en septiembre pasado, cuando ejecutivos catarÃes tomaron contacto con representantes de Nuevo Pudahuel -la concesionaria del Aeropuerto Arturo Merino BenÃtez- en la feria World Routes en la ciudad china de Chengdu.
Allí adelantaron su interés de abrir la ruta, atraídos por el crecimiento de dos dígitos que muestra el tráfico aéreo hacia y desde Chile -muy superior al de Estados Unidos y la mayoría de los países europeos- y el hecho de que tanto Qatar Airways como Latam, empresa que aportará US$ 613 millones para quedarse con el 10% de la propiedad, son miembros de la alianza Oneworld.
Ello permite abrir una ruta de hub a hub , con posibilidades de ofrecer amplias conexiones en ambos extremos, más allá del tráfico punto a punto. El año pasado, el mercado entre Chile y los países del Medio Oriente alcanzó los 137 mil pasajeros, con un crecimiento en torno al 10% anual. «Una ruta directa ciertamente estimularía aun más la demanda», adelantan en la industria.
El nuevo vuelo -que comenzaría a fines de 2017- no solo potenciaría a Santiago como un centro de conexiones en la región, canalizando pasajeros de países vecinos para alimentar la ruta. También le significaría una competencia a Latam, único operador en la ruta Santiago-Río de Janeiro, gracias a los derechos de quinta libertad que tendría para tomar y dejar pasajeros en esa ciudad. Y, por último, un desafío a las transportadoras europeas que conectan a Chile con Asia a través de sus capitales…