El salón aeronáutico de Farnborough abre sus puertas este lunes al suroeste de Londres, en un contexto de tráfico aéreo siempre en auge y sobre fondo de lucha encarnizada entre los dos gigantes Airbus y Boeing para ampararse de nuevas partes de mercado.
La sombra del Brexit planeará sobre esta edición 2016 aunque por ahora la mayoría de los expertos sean incapaces de calibrar las consecuencias mientras no se definan los contornos de las nuevas relaciones entre la Unión Europea y Gran Bretaña.
Como en cada edición, los dos competidores europeo y estadounidense rivalizarán en los anuncios de pedidos.
También deben presentar este lunes sus previsiones de desarrollo del mercado para los próximos 20 años.
A pesar de una bajada el año pasado, el número de pedidos es «históricamente el más alto, con 13.400 aviones, en un 94% de Airbus y Boeing», según Alain Guillot, director general del gabinete AlixPartners y responsable del departamento Aéronautique & Défense en Francia.
Mercado en pleno crecimiento
En un mercado en pleno crecimiento, la demanda sigue siendo fuerte, sobre todo para los aviones monopasillo, con menor consumo de carburante.
Esta insolente salud se apoya en la progresión constante del tráfico aéreo -en alza de un 6,5% en 2015, según la Asociación Internacional del Tráfico Aéreo (IATA)-, que se duplica cada 15 años.
Sin embargo, Farnborough 2016, que se celebra en alternancia con el salón francés de Le Bourget, cerca de París, tiene pocas posibilidades de superar sus resultados de 2014, cuando los pedidos en firme y opción alcanzaron la cifra récord de 201.000 millones de dólares (181.000 millones de euros).
El efecto Brexit se podría notar aunque, según Jean-Louis Drospy, analista aeronáutico del gabinete Argon Consulting, «no debería tener consecuencias para la evolución mundial del sector», impulsado por el crecimiento del tráfico aéreo, sobre todo en Asia. «Si las tuviera, serían más en el tejido industrial» del sector en Europa, estima.
Por el momento, sólo las aerolíneas europeas se han visto afectadas, sobre todo en Bolsa. Los industriales intentan tomar distancia, en particular Airbus, que fabrica las alas de sus aviones en el Reino Unido y va a «estudiar las consecuencias a largo plazo» del referéndum británico…