Si el golfista profesional Florian Fritsch pudiera haber tomado un autobús desde Alemania natal hasta Nairobi, en el este de Ãfrica, podría haber ganado el Abierto de Kenia de 2010. En lugar de eso, se quedó en su país porque le daba miedo volar.
La fobia del golfista de 29 años se hizo tan paralizante que Fritsch empezó a inventar enfermedades para seguir en tierra. Luego de saltarse entre cinco y dos docenas de eventos en un mismo año, renunció a la gira y se dedicó a jugar apenas lo suficiente para mantener sus credenciales mientras evaluaba una vida dedicada a ayudar a aficionados a mejorar su swing en el club local.
"˜El día del vuelo siento que soy un condenado a muerte a la espera de la ejecución"™, dijo Fritsch. Luego, al ir al aeropuerto, ya en el aeropuerto y durante el vuelo, siento que soy alguien que juega a la ruleta rusa con un arma que me apunta a la cabeza y que estoy esperando el disparo"™.
Las líneas aéreas han reconocido la necesidad de actuar si quieren seducir a personas como Fritsch como clientes. Easyjet Plc dijo esta semana que ha aumentado la cantidad de cursos que ofrecerá el año próximo a viajeros temerosos en respuesta a una creciente demanda. British Airways también ha extendido su red de seminarios, a los que ha incorporado la ciudad de Nueva York en 2012, Dubai un año después, Johannesburgo este año y Dublín en 2015…