La aerolínea Virgin Atlanticha dado a conocer los resultados más destacados del Flight100, el primer vuelo transatlántico realizado con combustible de aviación 100% sostenible (SAF), que demuestra no sólo que el SAF utilizado para el vuelo es seguro con la infraestructura existente y ofrece importantes reducciones de CO2, sino que también puede mejorar la calidad del aire local, contribuir a reducir la formación de estelas de condensación persistentes y reducir el consumo de combustible.
Flight100, que voló de Londres-Heathrow a Nueva York JFK el 28 de noviembre de 2023, fue el primer avión comercial del mundo que cruzó el Atlántico con un 100% de SAF, en un Boeing 787, utilizando motores Rolls-Royce Trent 1000. El vuelo no requirió ningún cambio en el motor, el fuselaje o la infraestructura de combustible y funcionó con normas de seguridad equivalentes a las de cualquier otro vuelo comercial.
El vuelo fue el resultado de más de un año de colaboración por parte de un consorcio dirigido por Virgin Atlantic que incluía a Boeing, Rolls-Royce, el Imperial College de Londres, la Universidad de Sheffield, ICF y el Rocky Mountain Institute, fue financiado en parte por el Ministerio de Transportes y aprobado por la Autoridad de Aviación Civil británica (CAA) y otros organismos reguladores, incluida la Autoridad Federal de Aviación estadounidense (FAA).
El consorcio publicó los principales resultados del vuelo:
- Un análisis completo del ciclo de vida, que muestra un ahorro de 95 toneladas de CO2, es decir, el 64% de las emisiones producidas por un vuelo normal de Londres Heathrow al aeropuerto JFK de Nueva York. Esto equivale a retirar 54 automóviles de circulación durante un año o al consumo energético de 33 hogares británicos.
- Beneficios adicionales de las SAF más allá de las disminuciones de carbono: con una reducción del 40% de las emisiones de partículas distintas del CO2. Esto sugiere que el uso de SAF podría tener un impacto material en la mejora de la calidad del aire local en los aeropuertos y en la reducción de la formación de estelas de condensación persistentes.
- Una mejora de la eficiencia global de la quema de combustible de SAF: El Flight100 produjo un 1% más de energía en comparación con la misma masa de combustible fósil. Esta eficiencia supone una reducción del combustible utilizado en vuelo, lo que aportará más beneficios medioambientales.
- Eficiencia operativa para reducir el consumo de combustible: el ahorro de CO2 conseguido gracias a iniciativas de eficiencia, como el encaminamiento directo y la reducción del tiempo de rodaje, se tradujo en un ahorro de 2,2 toneladas de combustible de aviación, es decir, un 4% del consumo total, lo que, si se aplicara a todos los vuelos de Virgin Atlantic durante un año, equivaldría a un ahorro de combustible suficiente para llenar 24 piscinas olímpicas.
- Verificación de los modelos de previsión de estelas de condensación que, a través de la labor continua dirigida por el Grupo de Trabajo de Impacto de Estelas de Condensación de RMI, podría conducir a medidas operativas que reduzcan la formación de estelas de condensación y el impacto climático.
«Basándose en el éxito de Flight100, el sector debe seguir colaborando radicalmente para que la aviación utilice SAF en todos los vuelos del mundo», dijo el consorcio.
