El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo el pasado sábado al presidente iraní, Hassan Rouhani, que era imperativo que hubiera justicia, responsabilidad y compensaciones para las familias de las víctimas de la tragedia del B737-800 ucraniano, ocurrida la pasada semana en Teherán, y en la que murieron 176 personas, 57 de ellas canadienses, en una de las mayores pérdidas de vidas que Canadá ha sufrido en 40 años.
Trudeau habló con el presidente iraní sobre el derribo del avión de Ukraine International Airlines (UIA), cuya responsabilidad ha admitido Irán, y le manifestó que los canadienses están enojados, heridos y afligidos por el derribo del avión 737-800.
El primer ministro canadiense insistió en la necesidad de una investigación completa y exhaustiva. El presidente iraní estuvo de acuerdo y se comprometió a garantizar la participación internacional, incluso de Canadá…