La Junta de Aeronáutica Civil (JAC), organismo dependiente del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, junto con la Agencia de Sostenibilidad Energética, informó que la Universidad de Concepción será la segunda casa de estudios en sumarse al trabajo que está impulsando el programa Vuelo Limpio.
Esta iniciativa -presentada en 2021- es fruto de un esfuerzo de coordinación interministerial y participación voluntaria del sector privado que busca generar un ecosistema colaborativo con actores del transporte aéreo y promover la sostenibilidad energética en la aviación, mediante la aplicación de buenas prácticas y la captación de otras oportunidades de sostenibilidad energética.
“Recibimos con enorme satisfacción la incorporación de la Universidad de Concepción a esta importante iniciativa, que va en línea con los esfuerzos que como Gobierno estamos impulsando en la protección del medio ambiente y donde la industria aérea tiene mucho que aportar con el desarrollo y uso de Combustibles de Aviación Sostenibles”, destacó el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz.
En su rol de colaboración público-privada, Vuelo Limpio cuenta con distintas organizaciones participantes, que aportan a los objetivos del programa desde sus diferentes áreas de expertise, entre las que se encuentran las compañías aéreas Ecocopter, JetSmart, Latam Airlines y SKY, la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (ACHILA), la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la concesionaria Nuevo Pudahuel, Airbus, Copec y la Universidad Católica de la Santísima Concepción, siendo ahora la Universidad de Concepción, la segunda casa de estudios en sumarse al programa.
Una de las líneas de trabajo de Vuelo Limpio, en colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es el desarrollo de una hoja de ruta de Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF) en Chile, que estará lista durante el primer semestre de 2023. En este trabajo se están levantando las principales necesidades, intereses y preocupaciones de los distintos actores del transporte aéreo, proveedores de combustibles y empresas relacionadas con las materias primas de potenciales SAF.
“Contar con la academia en Vuelo Limpio es un tremendo aporte al estudio y desarrollo de los combustibles en Chile, una realidad que está creciendo a nivel mundial y donde nuestro país está recién iniciando sus acercamientos. Además, el interés demostrado por las universidades de la región del Biobío en incorporarse a esta iniciativa confirma el potencial que la industria de esa región tiene como un posible generador de materia prima para la elaboración de SAF.” agregó el secretario general de la Junta de Aeronáutica Civil.
En tanto, desde la Agencia de Sostenibilidad Energética, su directora ejecutiva, Rosa Riquelme, afirmó que «Vuelo Limpio es una iniciativa que se construye gracias al trabajo y compromiso de diversas instituciones que colaboran entre sí, poniendo a disposición capacidades técnicas y la dedicación de profesionales valiosos con la visión de aportar en la descarbonización de la industria aeronáutica. Y en este contexto de colaboración pública y privada, el rol del mundo académico y de investigación -representado por una institución tan emblemática en el país, como es la Universidad de Concepción, que se suma a esta iniciativa- es de especial relevancia».
Por su parte, desde la Universidad de Concepción, su rector, Carlos Saavedra Rubilar, agregó que “nuestra participación como Universidad en el Programa Vuelo Limpio se encuentra directamente relacionada con nuestros objetivos estratégicos institucionales que apuntan a la creación de conocimiento para contribuir al desarrollo sustentable, así como propiciar la colaboración interdisciplinaria que también aporte a un nuevo modelo de desarrollo que cuida la sostenibilidad del medio ambiente. Por lo mismo, es de suma relevancia para la Universidad de Concepción participar de instancias como esta, especialmente considerando que nos permite aportar desde las investigaciones desarrolladas por distintas unidades universitarias y, con ello, contribuir a la reducción de emisiones de gases a través del desarrollo de nuevas tecnologías y nuevos combustibles a partir de residuos biológicos o residuos complejos como pueden ser los plásticos fuera de uso. Esto, sin duda, viene a fortalecer el aporte que podamos realizar a una economía circular…