En el marco de la V Conferencia Internacional de Biocombustibles, organizada por la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia (Fedebiocombustibles), Felipe Trujillo, vicepresidente de Refinación y Procesos Industriales de Ecopetrol, aseguró que la compañía está preparada para producir combustible sostenible para aviación (SAF, por sus siglas en inglés), pero advirtió que aún se requiere un marco regulatorio definido por parte del Gobierno Nacional para iniciar su producción a escala.
“Nosotros somos unos convencidos de la transición energética y los combustibles fósiles. Su evolución natural es precisamente migrar hacia combustibles sostenibles. El SAF es uno de esos”, expresó Trujillo en su intervención.
Según explicó, Ecopetrol realizó recientemente una prueba industrial con 32.000 barriles de jet coprocesado en la refinería de Cartagena. “La molécula es exactamente igual al SAF, pero para llamarse SAF se deben cumplir una serie de certificaciones relacionadas con la materia prima, el transporte, el almacenamiento y el proceso de refinación. En Colombia todavía no todos los agentes cuentan con esas certificaciones”, aclaró el ejecutivo.
Por esta razón, Ecopetrol ha sido enfática en que lo producido hasta ahora es jet coprocesado, pese a ser molecularmente idéntico al SAF. La prueba incluyó un vuelo comercial operado por LATAM desde Barranquilla, en el que se utilizó una mezcla del 1% de aceite de palma blanqueado.
“Los resultados de laboratorio y de operación en el avión han sido satisfactorios. El mensaje es que nosotros ya estamos listos para producir. Lo que requerimos es un marco regulatorio que defina las reglas: porcentaje de mezcla con el jet fósil, estructura de precios, cadena de distribución”, indicó Trujillo.
El ejecutivo explicó que este primer experimento fue asumido completamente por Ecopetrol en términos de costos. “La diferencia entre SAF o jet coprocesado y el jet fósil es de tres o cuatro veces el precio. En esta oportunidad lo asumimos nosotros, pero eso no es sostenible. Hacia adelante necesitamos un marco regulatorio que lo hemos venido trabajando con el Ministerio de Minas y Energía, la Dirección de Hidrocarburos, la Aerocivil y otros actores”.
Respecto al avance de dicha regulación, Trujillo señaló que “está muy avanzada, pero todavía no es una realidad que nos permita definir un precio o un porcentaje. Esperamos que eso salga este año. Estamos trabajando en comentarios, documentos de trabajo y mesas técnicas”.
En cuanto al costo del SAF, explicó que se trata de un mercado en evolución. “Hace un año, en marzo de 2024, una tonelada valía aproximadamente 380 dólares. En marzo de este año está en 162 dólares. Depende de la oferta y la demanda”, dijo. Además, mencionó la incertidumbre que genera el cambio político en Estados Unidos: “El gobierno Biden promovía y subsidiaba este tipo de combustibles. Ahora, con la llegada de Donald Trump, hay anuncios que podrían frenar ese interés”.
Trujillo también se refirió al impacto de este combustible en los costos de operación de las aerolíneas. “El recargo puede estar entre tres y cuatro veces el precio del jet fósil. Hay mercados con alto poder adquisitivo dispuestos a asumirlo, pero en economías como la nuestra hay que evaluar cómo manejar ese impacto. La ventaja es que se puede diluir. Técnicamente se puede usar hasta el 50% de SAF, pero se puede comenzar con mezclas del 1% o 2%, como hicimos con LATAM”.
Sobre la capacidad instalada de producción, Trujillo dijo que la refinería de Cartagena puede hacer corridas de 32.000 a 35.000 barriles por lote. “Colombia consume 37.500 barriles diarios de jet. Un bache nuestro es casi un día de consumo. Con reglas claras, podríamos programar corridas cada mes o cada 15 días. Lo que necesitamos son señales”, afirmó.