La escalada en el número de casos de COVID-19 que produjo la variante ómicron alrededor del mundo ha traído particular tensión sobre las áreas de salud relacionadas con los testeos, no así, gracias a las campañas de vacunación, sobre las unidades de cuidados intensivos.
Atentos a la limitada capacidad de testeos, los doctores Jim Chung, Edward Wasser y Tammy McKnight, quienes se desempeñan como Chief Medical Officers de Air Canada, el aeropuerto Toronto-Pearson y Westjet respectivamente, publicaron esta semana una carta abierta en la que solicitan que el gobierno canadiense levante el requisito de que todos los pasajeros internacionales se realicen un test PCR al arribar, para que esos recursos se dirijan hacia otros sectores de la comunidad.
La misiva señala que hay una creciente discrepancia entre los recursos destinados a testear a pasajeros asintomáticos y aquellos que los necesitan más que nadie, citando datos oficiales que demuestran que de más de 123.000 test PCR que se realizaron en los aeropuertos canadienses se detectó una positividad del 3%, cuando el promedio a nivel país ronda el 30%.
«Un estudio reciente preparado para el Manchester Airports Group descubrió que, en el mejor de los casos, las pruebas en los viajes retrasaron el pico de casos en no más de 5 días, e hicieron que el recuento total de casos fuera sólo un 3% menor. Esto se debió a que Omicron era prevalente en las comunidades mucho antes de que se detectara como variante preocupante en Sudáfrica. De hecho, aquí en Canadá también hemos sabido que Omicron estaba presente y circulaba en nuestras comunidades mucho antes de que se declarara el primer caso oficial en Canadá», manifestaron.
Los médicos indicaron además que, dado que todos los pasajeros que toman un vuelo a Canadá deben someterse a un test PCR en origen además de estar completamente vacunados, no hay una buena razón fundamentada en la salud pública que justifique realizar un segundo test al arribo.
Los pedidos concretos son eliminar el testeo obligatorio al arribo en los aeropuertos, volver al sistema de vigilancia aleatoria, y requerir el aislamiento obligatorio a los pasajeros internacionales si poseen síntomas o den positivo en un test aleatorio.
«Colectivamente, nuestras organizaciones han trabajado duro para mantener la seguridad en los viajes, y hemos logrado una tasa de positividad diez veces menor que la presente en la comunidad. Ahora es el momento de trasladar los recursos de las pruebas a donde más se necesitan…