Aunque los países miembros de la Unión Europea (UE) han pedido este lunes una acción coordinada y rápida ante la nueva variante del virus detectada en el Reino Unido, de momento Bruselas no va a decirles a los países qué tienen que hacer, si suspender o no sus conexiones, porque esta decisión es competencia de cada país. Lo que sí han decidido los Veintisiete es una estrategia opuesta a la del principio de la pandemia: mantener abiertas las fronteras de la zona Schengen.
En la reunión de los Veintisiete de este lunes, se destacó la «importancia de mantener abiertas las fronteras dentro del espacio Schengen», «dada la experiencia del principio de la pandemia», cuando en marzo pasado uno tras otro los países europeos fueron cerrando sus fronteras.
La decisión, a las puertas de la Navidad, contrasta con las escenas vividas la pasada primavera, cuando el cierre de las fronteras interiores de la zona Schengen provocó enormes colas de transportistas y el retraso en la entrega de mercancías.
La diferencia es destacable, también, si se tiene en cuenta que varios Estados miembros como Países Bajos, Bélgica e Italia han anunciado que han detectado en su territorio infecciones de la nueva cepa, más infecciosa, de la Covid-19.
Tanto los países de la UE como el sector turístico español han pedido, este lunes, una acción coordinada de los Veintisiete que «evite el caos» vivido en los pasados meses a causa de decisiones tomadas individualmente por cada país. De momento, esta acción conjunta y coordinada frente a lo sucedido con el Reino Unido no será posible…
