El turismo es la primera actividad económica de la isla, y el 23% de los que la visitan procede de EE.UU. En un intento de salvar la temporada turística, el Gobierno de Islandia ha decidido abrir sus fronteras a partir del 15 de junio y permitir la entrada de todos los viajeros, también los que procedan de fuera de la Unión Europea.
Para garantizar que están libres del virus deberán mostrar un certificado válido o hacerse un test de detección al llegar al aeropuerto, y si el resultado es negativo, podrán ahorrarse las dos semanas de cuarentena ahora obligatorias.
Queda por determinar quién asumirá el coste de los tests, ya que el Gobierno no ha concretado si el dinero saldrá de las finanzas públicas o de los bolsillos de los propios viajeros. Además de la prueba a la llegada, las autoridades han avanzado que probablemente requerirán descargar y utilizar la aplicación oficial de rastreo del virus, que ya usa el 40% de la población y que ayuda a contener su propagación cuando se detectan nuevos contagios.
“Va a ser un proyecto un poco experimental”— Primera ministra, Katrín Jakobsdóttir
“La estrategia de Islandia de tests a gran escala, rastreo y aislamiento ha sido efectiva hasta ahora, y queremos basarnos en esto para crear un lugar seguro para quienes quieran un cambio de escenario después de una primavera difícil para todos”, argumentó la ministra de Turismo, Thordis Kolbrun Reykfjord Gylfadottir.
Gracias a la colaboración con la empresa privada deCode Genetics, Islandia (364.000 habitantes) ha testado a un 16% de su población, poniendo en cuarentena a todos los contagiados y a sus contactos, lo que ha contribuido a frenar la cadena de transmisión. En mayo sólo se han detectado cuatro nuevos casos. Hay un total de 1.802, de los cuales quedan 22 personas con el virus activo, pero sólo una hospitalizada.
Desde el 20 de marzo, los extranjeros no europeos tienen prohibida la entrada a Islandia –excepto si demuestran un motivo de fuerza mayor–, una restricción que afecta a su principal mercado emisor, Estados Unidos, de donde procedió más del 23% de los dos millones de turistas que llegaron el año pasado. El Gobierno se da un mes de margen para garantizar que tiene tests para todos los visitantes, aunque a partir de este viernes ya relajará las restricciones de entrada para ciertos colectivos, como científicos, deportistas y productores de audiovisuales…