Este jueves 1° de octubre, y tras más de seis meses de aislamiento, Sudáfrica reabre sus fronteras, excluyendo a los visitantes de 60 países considerados de “alto riesgo” y aclarando que por el momento no se permitirán arribos para fines turísticos, pero sí corporativos. En la nómina figuran prácticamente todos los países de Latinoamérica y los Estados Unidos.
Tras medio año de permanecer cerrado al mundo como consecuencia de la pandemia de COVID-19, Sudáfrica reabre sus fronteras de manera gradual, excluyendo a los visitantes de 60 países a los que considera de “alto riesgo” de contagio. Dicha lista incluye a los principales emisores del planeta y, entre ellos, a prácticamente toda América Latina.
Efectivamente, países como Brasil, México, Perú, Argentina, Chile, Venezuela, Colombia, Costa Rica, Bolivia, Ecuador, Honduras, Guatemala y Panamá han quedado vetados para ingresar al país africano, así como los Estados Unidos, mientras que muy pocas naciones, como el caso de Uruguay, han quedado habilitadas.
Los ministros del gabinete del presidente Cyril Ramaphosa ofrecieron este miércoles 30 de septiembre una rueda de prensa en la que aclararon que en una primera etapa no se permitirán arribos con fines turísticos, pero sí corporativos. Desde luego, dadas las condiciones sanitarias globales y de los países latinos en particular, sumada a la profunda crisis de la demanda, parecen mostrar que si hoy existe algún tipo de demanda para Sudáfrica, está ligada claramente al corporativo o al tráfico étnico, diplomático o similares, que sí están habilitados. De todos modos, al aterrizar deberán presentar un PCR negativo que no tenga una antigüedad superior a 72 horas…
