Un impuesto al combustible de la aviación provocaría una caída de hasta 7.700 millones de euros en el conjunto de la economía española y causaría una pérdida de hasta 50.000 puestos de trabajo en toda España, según concluye un informe elaborado por la consultora económica global Steer.
La UE está debatiendo actualmente un impuesto intracomunitario sobre el combustible de aviación como parte de la propuesta de la Comisión Europea para revisar la Directiva 2003/96/CE sobre la imposición de los productos energéticos y la electricidad (denominada Directiva sobre la Fiscalidad de la Energía o ETD) presentada el 14 de julio de 2021.
A4E y ERA encargaron un estudio a la consultora económica mundial Steer para cuantificar el impacto económico de un impuesto intracomunitario al combustible de la aviación, con especial atención a algunas de las regiones de la UE cuyas economías dependen especialmente del transporte y el turismo. El informe, comisionado por las principales asociaciones de aerolíneas Airlines for Europe (A4E) y la Asociación Europea de Líneas Aéreas Regionales (ERA), destaca que un impuesto al queroseno de la aviación supondrá un freno en los esfuerzos de las compañías aéreas para avanzar en la sostenibilidad, ya que el dinero recaudado no se destinará a la descarbonización de la aviación.
En el conjunto de España, el impacto de este impuesto causaría una reducción de hasta 7.700 millones de euros en la contribución al PIB, una caída del 8,7% en la demanda de pasajeros y una disminución de 6.100 millones de euros en el gasto turístico. Y, concretamente, en Cataluña, el estudio concluye que la aplicación de un impuesto al combustible de la aviación provocaría una reducción de 724 millones de euros en la contribución al PIB, una caída del 6% en la demanda de pasajeros y una disminución de 1.000 millones de euros en el gasto turístico.
Por ello, las dos asociaciones ordenantes del informe piden a la UE que, en su lugar, se centre en la aplicación de medidas que posibiliten de forma efectiva la reducción del impacto ambiental de la aviación y que preserven a su vez la competitividad económica y los beneficios sociales de las aerolíneas europeas y la aviación. Entre estas medidas está invertir en el desarrollo del Combustible Sostenible de Aviación (SAF por sus siglas en inglés), tecnologías aeronáuticas más sostenibles, así como reformar el espacio aéreo europeo para lograr una mayor reducción de emisiones de CO2.
En su intervención en el acto de presentación del informe, Ourania Georgoutsakou, directora general de Airlines for Europe, declaró que «medidas radicales e imprecisas como un impuesto al queroseno no contribuirán en nada a mejorar la forma en que volamos hoy en día. Por el contrario, tendrán un impacto negativo en el empleo, el crecimiento y en el sector turístico en general de Cataluña. Las compañías aéreas ya pagan por sus emisiones de carbono: formamos parte del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE (EU ETS) desde hace más de 10 años, siendo el único sector del transporte sujeto a este sistema ETS hasta la fecha. Reclamamos encarecidamente a los responsables políticos a que se centren en ofrecer soluciones que aceleren la descarbonización de la aviación en Europa lo antes posible”…