El último hotel de lujo inaugurado en Madrid, CoolRooms Atocha, ocupa lo que fue una majestuosa Casa Palacio construida en 1852 y ubicada en el Barrio de las Letras. Sus 35 habitaciones y suites han sido diseñadas individualmente y todas ellas cuentan con mobiliario artesanal fabricado en Galicia y con unas dimensiones desmedidas. Esta apertura se suma al nuevo mapa hotelero de la capital en el que crece sin parar el turismo urbano y de negocios y en el que los hoteles de cinco estrellas se asientan en las zonas más castizas para satisfacer la demanda imparable de mimos y atenciones que reclaman los clientes de hoy. Un dato revelador es el incremento de la oferta hotelera en la capital en un 24 por 100 entre los años 2006 y 2015, superando las 80.000 plazas. De esta cifra el 8 por 100 corresponde a hoteles de cinco estrellas como el Coolrooms.
Teniendo en cuenta que España es el séptimo país del mundo con más hoteles de cinco estrellas, el CoolRooms Atocha presume de ofrecer un proyecto diferente, con una personalidad y sensibilidad exclusiva y con una oferta de planes para sus clientes cuanto menos originales: desde recorridos en Harley Davidson por las calles de Madrid hasta cursos de fotografía o mindfulness en el jardín privado del propio hotel, pasando por tratamientos de belleza y wellness a la carta de la mano de la prestigiosa casa The Beauty Concept -a elegir entre la propia habitación o en sus instalaciones de la calle Ortega y Gasset-.
Arquitectura e interiorismo del hotel de lujo
El diseño de este «bombón madrileño cosmopolita y palaciego» es obra del estudio de arquitectura Antana, el interiorismo corre a cargo de Proyecto Singular y la iluminación es de la diseñadora María Covarrubias. María ha instalado una luz vertical en la escalera principal, lámparas azul verdoso en el paisajismo del jardín e impresionantes lámparas a modo de racimo colgando de los techos altos de sus salones históricos. Todo para generar una luz cálida y acogedora.
Esta fusión tiene como resultado un alojamiento de autor, con alma y capaz de mezclar lo confortable con lo estimulante. Desde su entrada, CoolRooms Atocha sorprende dando la bienvenida con una figura del dios Hermes en alusión al éxito y triunfo de su antiguo propietario -alto funcionario del Ministerio de Ultramar y caballero de la Orden de Carlos III-; y su paso de carruajes, con techos de 7 metros de altura, conduce en línea recta a un jardín secreto con una alberca.
Dormir en un palacio
El Director General, David Eirin, enamorado del inmueble que alberga el hotel, asegura que: «Desde la calle es imposible imaginar todo lo que esconde el edificio en su interior. Nuestros clientes tienen la sensación de dormir en un palacio, más aún cuando descubren la habitación. En Madrid no estamos acostumbrados a alojamientos como éste».
Entre sus habitaciones, increiblemente amplias -entre 34 y 104 m2- y de altísimos techos palaciegos, destacan dos Coolsuites con su propia terraza privada sobre los tejados de Madrid y su jacuzzi en el exterior. También las hay de estilo más masculino e industrial, tipo loft con baños de microcemento o más clásicas y sofisticadas con baños en blanco y negro.
El chef Estrella Michelín Joseba Guijarro se encarga de la gastronomía y sirve, en el restaurante-terraza del hotel, la clásica cocina de la abuela en su versión más contemporánea. Su bar de pinchos El 34 traslada el concepto de «pequeños bocados» de su famoso restaurante Casa Lita de Santander y lo convierte en un plan perfecto tanto para los clientes del hotel como para los transeúntes de la calle Atocha que deseen saborear mini exquisiteces muy castizas. Y, para rematar, en la pool-garden se pueden saborear los mejores cócteles de autor y destilados premium…