Los hoteles apuestan por técnicas de inteligencia artificial y big data para mejorar sus servicios, pero cuidando de no invadir la privacidad
"Gracias a la tecnología humanizamos la experiencia del usuario". Parece una paradoja, pero esa es la idea de las innovaciones tecnológicas que se aplican en los hoteles. El director del Instituto Tecnológico Hotelero, Ãlvaro Carrillo, autor de esa frase, puntualiza que una gestión eficiente de los recursos tecnológicos permitirá conocer los gustos de los clientes en tiempo real.
El análisis del big data, describe Carrillo, permite conocer "quién es cada cliente y a partir de ahà que el hotel reaccione ante cada huésped distinto y le dé una experiencia distinta". Pero el desafío es cómo capturar esta información sin que el huésped se sienta intimidado y observador.
La gran fuente de datos
La habitación se convierte, gracias a diversos dispositivos, en una gigantesca generadora de datos. Por ejemplo, con solo mirarse en un espejo, el cliente puede acceder al hotel, que le reconoce a través de un sistema biométrico que adapta la habitación a sus gustos -temperatura, colores e incluso decoración.
Y no sólo eso, con un sistema incorporado en el colchón, el hotel conoce cómo ha dormido el cliente y, en función de eso, puede recomendarle algunas actividades u otras para el día siguiente…