En este hotel se han desarrollando habitaciones en las que los objetos se colocan solos cuando dejan de usarse, el sueño de los más perezosos. Se ha aplicado la misma técnica de sensores para aparcar coches.
Es el sueño de los más desordenados, sólo hay que pulsar un botón y en menos de un minuto los cojines, la mesa, el mando de la tele y absolutamente todo vuelve a su sitio. Son como pequeños robots que conocen el espacio casi como un humano
Igual que Riley, un robot que va por los pasillos de este hotel entregando toallas, comida, pasta de dientes o cualquier cosa que se le pida, tiene sus ‘propios’ sentimientos y si el huésped queda satisfecho, él lo celebra…