Tras un 2018 “desafiante”, el horizonte de Wyndham para el año próximo muestra “muy buenas perspectivas”. En Latinoamérica están presentes 15 de las 20 marcas del grupo y sus principales proyectos se encuentran en el sur de Brasil y en Ciudad de México, dijo a HOSTELTUR LATAM el Chief Financial Officer de la compañía, Gustavo Viescas. ¿Cuál es el impacto de la devaluación en Argentina? Afecta más a las operaciones en otros países que en la propia Argentina.
¿Cómo ha sido el primer año y medio de trabajo en la región asumiendo la fusión con Fën y la operación de las marcas propias de Wyndham?
La integración fue todo un desafío internamente, desde lo cultural, porque fusionar dos compañías nunca es fácil. Cuando se hizo la adquisición ya había parte del equipo Wyndham en la región que estaba trabajando. Hoy hay un equipo sólido, unificado, y con una cultura en común. En cuanto a desafíos, hoy Dazzler y Esplendor son ya dos marcas más dentro del portfolio de Wyndham y así se ofrecen al mercado. Lo mismo ha sucedido con La Quinta, una marca que acaba de ser adquirida. La integración es total y las perspectivas en general para todo el portfolio son muy buenas de cara al 2019. Tenemos muchos proyectos concretos, firmados.
¿Qué tipo de proyectos, apuntan a adquisiciones o a un crecimiento orgánico?
Los proyectos de construcción no los encaramos nosotros; tomamos algunos ya avanzados en la construcción, otros proyectos de pozo y varios de conversión, que son hoteles existentes que migran de marca. En los casos de construcción no participamos, sino como gerenciador y operador. Sí hay un área técnica que asesora las construcciones en esa etapa, que adapta las obras a los estándares de la marca. Si agarrás un proyecto ya construido y tenés que hacer una conversión, a veces hay ciertas limitaciones estructurales y es un poco más difícil. Igual las marca de Wyndham son bastante flexibles y se pueden ajustar fácilmente.
¿Cómo ha sido el comportamiento de Argentina y la región en este año?
La realidad es que desde el aspecto netamente financiero y de rentabilidad de los hoteles, la devaluación a un hotel de Argentina lo beneficia. Se intenta mantener -y se está logrando con pequeño descuentos y tarifas en dólares- la estructura de costos, que si bien en pesos crecen por inflación, no aumentan como aumentó el dólar. La rentabilidad de los hoteles en Argentina crece muchísimo. La otra cara de la moneda es Uruguay, o Paraguay, donde el mercado argentino es muy fuerte y hoy para pagar una tarifa en dólares y consumir se vuelve muy caro. Visto desde este lado, la devaluación en Argentina nos favorece y perjudica a otros países. Brasil tiene sus desafíos ante las elecciones, aunque el negocio en Brasil no repercute tanto. El día a día del brasileño no está tan afectado por los vaivenes económicos. En Brasil el problema es Rio de Janeiro por una cuestión puntual de seguridad.
Brasil y Argentina son los mercados más fuertes de la región pero los que tienen condiciones menos estables. ¿Cómo se lidia con eso?
Sí, son menos estables. La realidad es que las inversiones hoteleras son a largo plazo, los países no son estables, son cíclicos. Yo creo que la estrategia es saber cuándo entrar en uno de estos mercados con este tipo de inversiones. La proyección de recupero de una inversión supera lo coyuntural de una crisis.
¿Van a llegar nuevas marcas a los países de Latinoamérica?
Del portfolio de 20 marcas hoy operamos 15 en la región. Las otras cinco que no están, en la medida en que encontremos una oportunidad que se adecúe, van a entrar. No tenemos restricciones para utilizar las 20 marcas.
¿Y explorar nuevos segmentos más allá de lo urbano, que domina la oferta de Wyndham?
Sí, la mayoría de los hoteles están enfocados al segmento corporativo y urbanos; estamos con algunos proyectos incipientes en la zona de Playa del Carmen y Cancún, pero todavía son conversaciones.
Es una zona saturada de oferta.
Sí, pero la ocupación promedio anual está arriba de 80% y creciendo.
¿En Argentina qué es una ocupación buena?
Depende. En Buenos Aires, tenemos muy separado Microcentro de la zona Palermo y Recoleta, que tiene una ocupación promedio anual de arriba de 80% con meses pico de más de 90%. En el Centro, alrededor de 70%, porque sufrió mucho esa migración del turismo hacia Palermo desde mediados del año pasado. Y está recuperando de la mano de los brasileños. En el Centro ha habido renovación de propiedades de acuerdo a la demanda…