La CEOE, a través del Consejo del Transporte y la Logística, ha elaborado un documento en el que incide en la importancia del sector aéreo para la economía nacional y pone sobre la mesa una serie de propuestas para mejorar su competitividad. En 2018, los aeropuertos españoles recibieron 263,7 millones de pasajeros, un 5,8% más que el año anterior. El tráfico aéreo se ha multiplicado por más de 3,6 veces desde 1990 y la previsión es el que se duplique en las próximas dos décadas.
España, donde el transporte aéreo genera 440.000 empleos de forma directa e indirecta, es el segundo país europeo por volumen de tráfico y representa el 11% del total. Y tiene una estrecha relación con el sector turístico, ya que el 81,6% de los 82,8 millones de visitantes extranjeros que llegaron a España el año pasado lo hizo en avión. En este escenario, y con el objetivo de afrontar la creciente demanda prevista y blindar la competitividad de la industria aérea, la CEOE plantea este decálogo de iniciativas:
- Reducir la carga regulatoria para permitir a las aerolíneas operar, en igualdad de condiciones, con operadores de otros países y otros medios de transporte.
- Garantizar la capacidad aérea en los aeropuertos nacionales, esto es, invertir de forma racional y bajo criterios de eficiencia -especialmente en Barajas y El Prat- y mantener la competitividad de las tarifas aeroportuarias y de navegación. En este apartado, se incluye la necesidad de implantar sistemas de seguridad más sofisticados, utilizando por ejemplo los sistemas de reconocimiento biométrico. También se insta a agilizar los filtros de seguridad e inmigración y eliminar obstáculos regulatorios como la necesidad de mostrar la identificación en la puerta de embarque -un requisito que no existe en la mayoría de países del Viejo Continente-.
- Modernizar el espacio aéreo y liberalizar torres y centros de control. Se propone avanzar hacia el Cielo Único Europeo para eliminar las ineficiencias y los costes de la fragmentación del espacio aéreo europeo -la Comisión Europa cifra en 5.000 millones de euros el coste anual- y avanzar en la liberalización de las torres y centros de control aéreo. La CEOE reclama avanzar en el proceso iniciado en 2011 con la entrada de operadores privados en 11 torres de control españolas, con un calendario definido. Según el informe, el coste de los controladores aéreos nacionales es superior a la media europea, pero su productividad es inferior.
- Agilizar la actividad de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) para evitar retrasos en la concesión de permisos o aprobaciones operativas.
- Analizar la posible revisión del Reglamento Europeo 261/2004. Es el que establece las normas sobre la compensación y asistencia a pasajeros en caso de denegación de embarque, cancelación o retraso del vuelo. El propósito es que haya un equilibrio entre la salvaguarda de los derechos de los viajeros y la prestación del servicio de transporte aéreo.
- Llevar el AVE a Barajas y El Prat. Analizar la viabilidad de este proyecto, que equipararía a estos aeropuertos con otros grandes aeródromos europeos.
- Impulsar el transporte aéreo de mercancías aprovechando la ubicación geográfica de España como punto de conexión entre América y Asia.
- Reducción de las emisiones contaminantes: implementar el acuerdo global de comercio de emisiones alcanzado en el seno de la Organización de Aviación Civil Internacional a partir de 2020. Evitar la doble regulación e incentivar la investigación y el uso de combustibles sostenibles.
- Agilizar la gestión y aplicación del sistema de subvenciones a los residentes en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla, e impulsar su actualización…