El empresario brasileño David Neeleman, accionista de la aerolínea portuguesa TAP, ha afirmado este jueves que su compañía no va a contribuir a financiar la nueva terminal del Aeropuerto de Lisboa, que previsiblemente será destinada a las aerolíneas low cost. «No voy a pagar el aeropuerto para Ryanair».
Neeleman ha asegurado que el año pasado la low cost irandesa devolvió 800 millones de euros a los accionistas, «mientras nosotros, TAP, estamos sobreviviendo. No les vamos a dar subsidios», dijo en un acto organizado por la Cámara de Comercio Luso-Británica en Lisboa.
Neeleman forma parte del consorcio Gateway, que controla el 45% del capital de TAP, mientras que el Estado portugués controla el 50% y el restante 5%, los trabajadores.
La aerolínea portuguesa ha sostenido en varias ocasiones que no quiere trasladarse a la nueva terminal de Montijo, al otro lado del Tajo, ya que TAP utiliza el Aeropuerto de Lisboa como su hub y muchos pasajeros hacen escala en la capital portuguesa.
El empresario brasileño consideró además que el plazo de cinco años, previsto para terminar la infraestructura, es demasiado extenso y que el Aeropuerto de Lisboa necesita una solución más rápida para afrontar su exceso de pasajeros…