El gobierno federal de la mano de algunos estados y municipios están obligados a hacer su trabajo en materia de seguridad para garantizar el desarrollo que traen consigo las mieles de una mayor afluencia del turismo internacional ante el recién aprobado Acuerdo Bilateral de Servicios Aéreos de México con Estados Unidos.
El potencial beneficio ante el mayor número de aerolíneas estadounidenses volando a ciudades mexicanas traerá un beneficio en tarifas, pero sobre todo dará impulso al comercio internacional de productos mexicanos. Por ejemplo, los productores de melón, aguacate se verán beneficiados por una mayor oferta del servicio aéreo. Sin embargo, el éxito dependerá de la seguridad.
Al clásico estilo de nado sincronizado de los principales medios de comunicación, la gran mayoría publicó los números alegres de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que sugieren un incremento de 16% en el transporte de pasajeros por avión, como lo han hecho otros países que actualizaron su acuerdo de transporte aéreo.
Ese 16%, tan sólo de las aerolíneas estadounidenses, significaría unos tres millones de viajeros más al año. Esa cifra supera a todos los pasajeros en vuelos internacionales de Aeromar, Aeroméxico Connect (Aerolitoral), Interjet (ABC Aerolíneas) o Vivaaerobus (Aeroenlaces), juntas.
Bueno, ese incremento es en el papel. Es la experiencia de otros países. Habría puntualizar que el esfuerzo para una mayor conectividad aérea está en manos de las aerolíneas y pocas veces entran al mismo ritmo los aeropuertos y los cuales son fundamentales en la ecuación.
Vale recordar que hace algunos años, VivaAerobus dejo de operar ocho rutas en las terminales del Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA). El motivo, el alto costo de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA).
Lo anterior significa que no necesariamente ante un mayor número de terminales aéreas se traducen directamente en un mayor nivel de conectividad (y mucho menos de competitividad).
De los 85 aeropuertos en el Sistema Aeroportuario Mexicano, 35 de ellos están en manos de cuatro operadores: OMA con 13 aeropuertos; el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) con 12 terminales, el Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) con nueve unidades y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Este último, el más importante del país con alrededor de 38.5 millones de pasajeros que aterrizaron o despegaron en 2015.