Desde enero pasado, tras el inicio del proceso de normalización y las primeras medidas del gobierno de Estados Unidos para aliviar las restricciones vigentes en el área de los viajes, aumentaron la cifra de estadounidenses volando a Cuba y el número de vuelos chárter entre ambos países.
El más reciente anuncio fue hecho este lunes, poco antes de que funcionarios de una y otra parte se reunieran en La Habana para abordar la normalización de los servicios aéreos entre los dos países, que restablecieron relaciones diplomáticas en julio pasado y han realizado varias rondas de negociaciones y periódicos contactos desde inicios de 2015.
JetBlue anunció que desde el 1 de diciembre ofrecerá una segunda frecuencia entre Nueva York y La Habana, y sus ejecutivos reiteraron que quieren liderar el tráfico entre ambos países. Como JetBlue, otras compañías, incluidas American "“que espera cerrar 2015 con 1 200 vuelos chárter a Cuba-, Delta y United están atentas a nuevos desarrollos, preparan el terreno, toman posiciones o presionan para apresurar la apertura y el regreso de los vuelos regulares.
Expertos de la industria de viajes en EE.UU. aseguran que las aerolíneas de ese país están deseosas de restablecer los vuelos comerciales regulares a Cuba, sirviendo rutas que tengan alta demanda, particularmente de cubanoamericanos en y alrededor de Miami y Los Ãngeles. Al parecer, también hay demanda desde Nueva York, según ejecutivos de JetBlue.
Las aerolíneas, afirmaba recientemente un directivo de la publicación especializada Airline Weekly, "quieren tener la oportunidad de operar a Cuba".
Según esos especialistas, si en el sector de cruceros serán necesarias mejoras de infraestructura en al menos una decena de puertos del archipiélago cubano para permitir los atraques, en el caso de la aviación los mayores aeropuertos de Cuba están equipados para recibir vuelos internacionales de mediano y largo alcance de compañías líderes a nivel mundial, y las condiciones de seguridad para viajeros de EE.UU. que llegan y parten en vuelos chárter están en línea con los estándares federales de ese país.
De hecho, varios aeropuertos de la Isla reciben cientos de vuelos desde Estados Unidos cada año. Solamente American -que en diciembre abrirá la ruta Los Ãngeles-La Habana- opera una veintena de vuelos chárter desde Miami y Tampa a la Isla cada semana.
Entre las principales preocupaciones, indican esas propias fuentes, estarían los modos de regular el lanzamiento de nuevos vuelos desde Estados Unidos, de forma que no haya una saturación en los aeropuertos cubanos. Igualmente, además de las posibilidades de códigos compartidos y otras formas de cooperación, estaría sobre la mesa el acceso de Cubana de Aviación a los destinos de EE.UU., y la posibilidad de que estadounidenses reclamen el decomiso de aviones cubanos en compensación por propiedades nacionalizadas en la Isla.
"Cuba podría priorizar un enfoque gradual para reanudar los servicio", dijo un analista de la industria aérea, y consideró que las compañías que más probablemente sacarán provecho de una reanudación de los servicios regulares serán American Airlines, JetBlue y Spirit Airlines, con importantes hubs de operaciones en Miami y Fort Lauderdale.
En una apuesta que mira en gran parte al futuro, a un escenario postbloqueo y con total apertura en el área de viajes y turismo y también en la de negocios, tendrían en su mira tres mercados fundamentales: los turistas étnicos (cubanoamericanos que viajan a la Isla a visitar a amigos o familiares, o a regresar a los sitios en que nacieron y vivieron); los hombres de negocios estadounidenses y los vacacionistas (que tendrían a su disposición atractivas ofertas de playa, naturaleza y circuitos de patrimonio urbano), que diferentes fuentes calculan en cifras que van de 500 000 a un millón y hasta tres millones anuales una vez puedan hacer turismo legalmente en Cuba…