La industria aeronáutica está pasando por un periodo de transformación para no dejarse afectar por fenómenos y problemáticas externas que podrían dañar el buen funcionamiento del sector.
América Latina, pese a sus episodios de altibajos económicos, es una región que promete y tiene mucho para donde crecer. Por lo menos eso es lo que resaltan los líderes de las aerolíneas más importantes en el continente.
Para María Victoria Huertas, vicepresidente comercial de Amadeus en Latinoamérica, esta región siempre ha sido bastante dinámica desde la perspectiva de nuevas aerolíneas, full service y low cost. “Para nosotros siempre ha sido un mercado muy dinámico y pues, en este momento, es uno de los que evidencia mayor crecimiento si lo comparamos con otras regiones en el mundo”.
En el continente latinoamericano, la industria más grande es Brasil, lo siguen México, Colombia y Argentina. Esto calculado por las características de cada país: grandes territorios -donde normalmente se desplazaban de manera terrestre-, población, turismo, entre otros. Es en estos países en donde el transporte aéreo tiene un nicho clave para poder crecer y desarrollarse.
De acuerdo con Huertas, en América Latina también hay mucho dinamismo desde el punto de vista económico y político, lo que hace que, además de los picos y valles que por naturaleza tiene la industria aérea, sean cada vez más frecuentes los episodios de inestabilidad en el sector.
Y más con un mercado que es susceptible a cambios drásticos del clima, precios del combustible, problemáticas sociales y laborales, catástrofes naturales o fenómenos climáticos no programados.
Para hacerle frente a las dificultades, desde hace ya algunos años, aerolíneas como Avianca o Latam han creado alianzas que aunque tienen presencia en varios países actúan como un solo grupo.
Félix Antelo, CEO de Viva Air, coincide con María Victoria Huertas en que el sector aéreo en Latinoamérica es dinámico, ya que tiene un crecimiento mayor a entre 3 o 4 veces el del Producto Interno Bruto de los países que constituyen la región. Es decir que, si la economía Latinoamericana crece 3% año sobre año, el sector lo hace entre 10% y 15%.
“Todavía hay mucho espacio para seguir creciendo en el número de viajes por habitante por año. En Sudamérica cada habitante hace medio viaje por año en promedio y eso lo compara uno con Estados Unidos o Europa donde los valores son entre 2 y 2,5 viajes por año por habitante. Entonces hay mucho espacio para seguir creciendo”, manifestó Antelo.
Según las estimaciones de los fabricantes de aviones y las estadísticas de las principales organizaciones, América del Sur y Centroamérica van a ser las zonas de mayor crecimiento en los próximos 30 años. Visión que comparte el CEO de Viva Air.
Santiago Álvarez, director general de Latam en Colombia, no se queda atrás en asegurar que la región tiene muchas oportunidades de crecimiento y expansión. Pero sí dejó en claro que Latinoamérica es también un continente complejo para la industria, si se tiene en cuenta que hay países con inestabilidad económica.
Lo que preocupa
Los directores, gerentes, CEOs y presidentes de las aerolíneas más grandes en América Latina concuerdan en que la infraestructura es al sector aeronáutico lo que la innovación es a la transformación digital.
Al respecto, María Huertas de Amadeus admite que se ve un mayor dinamismo en este rubro, ya que, en los últimos años, varios países han decidido invertir en mejoras de cada uno de sus puertos, pues en la actualidad trabajan congestionados la mayoría del tiempo y no logran satisfacer al 100% a los viajeros.
“La industria aérea, en número de pasajeros recibidos, se ha duplicado prácticamente en casi todos los países relevantes en los últimos 10 años gracias a las modificaciones que han sufrido las estructuras portuarias, pero aún hay mucho por hacer”.
Para Félix Antelo lo que le debe preocupar al sector son dos cosas: la carga impositiva y la infraestructura. La primera porque a pesar de los avances tecnológicos, de construcción, entre otros, muchos aeropuertos de la región trabajan con una atención regular a la demanda y siempre al límite de su capacidad.
Y la carga impositiva porque la industria se ha visto por mucho tiempo como un lujo, cuando ya ha dejado de serlo justamente por las empresas que ofrecen servicios de transporte low cost.
“Como se cree que es una industria de lujo, las tasas aeroportuarias y los impuestos en los últimos años se han incrementado. Y eso por la falta de competencia entre los aeropuertos a diferencia de las líneas aéreas”, apuntó Antelo.
Álvarez de Latam resaltó que, al revisar los mercados de Argentina o Brasil, se puede afirmar que están siendo golpeados fuertemente por la devaluación de sus monedas. Al mirar las causas de esa devaluación hay distintos escenarios: en el caso de Brasil es más un tema político, y el de Argentina tiene que ver más con el estado de la economía donde el endeudamiento es muy alto y tienen problemas para servir su deuda. “La inestabilidad dificulta la operación de los negocios de las aerolíneas, pero sigue siendo una región para crecer”.
“Hace 4 años, en esta región, prácticamente no había aerolíneas de bajo costo y ahora hay un boom en Colombia que fue por donde inició todo, luego en Chile, Argentina. Y las aerolineas tradicionales están en procesos de transformación para defender su participación de mercado”, explicó el directivo de la aerolínea Latam.
¿Competencia europea?
Las aerolíneas latinoamericanas han procurado mantener una flexibilidad y una base de costos baja, precisamente por el dinamismo que representa la región.
Desde la perspectiva de Amadeus, la llegada de actores europeos trae beneficios para los locales ya que vienen acompañados de mejores prácticas, mejores ofertas, perspectiva de crecimiento y el beneficio de mercado es gigantesca.
Las aerolíneas de la región han optado por recibir capitales extranjeros, por ejemplo, Delta ya lo ha empezado a hacer. Según Huertas, lo único que pretende este ejercicio es fortalecer el tema económico, operación y rentabilidad de las aerolíneas y así tener una oferta más sólida para los clientes finales.
Para el CEO de Viva Air, el mercado aeronáutico tiene una competencia transparente lo que lo lleva a darle la bienvenida a la competencia, ya que ratifica qué es lo que los obliga a ser más eficientes.
“La entrada de aerolíneas europeas al continente es una oportunidad, pues, al no manejar vuelos trasatlánticos, éstas sí traen viajeros que pueden acceder más fácil a la oferta local buscando una mayor economía”, señaló Antelo.
Premisas que están en línea con las de Latam. Esta compañía tiene claro que al llegar operadores de destinos en los que no operan, le aportan y diversifican el mercado de pasajeros que de otra forma no llegarían. “Dentro de los vuelos domésticos podemos volvernos ‘partners’ de esas aerolíneas y les podemos ayudar con la distribución interna de esos pasajeros”, destacó el director de Latam…