A pesar de que las autoridades de accidentes aéreos británicas descartaran inicialmente problemas en la batería de ión-litio del Boeing 787 como causante del incendio del avión Dreamliner en el aeropuerto de Heathrow, el fabricante aeronáutico norteamericano todavía espera el informe final del organismo inglés para hacer, si fuera el caso, ajustes.
«La investigación todavía está en una etapa primigenia», declaró una fuente anónima, sin autorización para hablar del caso «el siguiente paso será la publicación de un reporte completo del incidente o un boletín de seguridad si el AAIB (División de Investigación de Accidentes Aéreos) siente la necesidad de alertar a la industria que esta falla puede ser sistémica».
Una fuente cercana a Boeing señaló que tienen a sus oficiales en el aeropuerto Heathrow -donde una de sus aeronaves terminó incendiándose-, aunque no presionarán para dar una respuesta inmediata. Para un experto en seguridad aeronáutica, Paul Hayes, Boeing podría estar ansioso por la causa y el origen del incendio para ahogar la especulación entre inversionistas y clientes.