ATR es un fabricante franco italiano de aviones que ha sabido posicionar sus dos modelos –con una gama de variantes en cada uno de ellos– entre los más demandados del mercado. Por eso, este mes celebra la entrega de su avión 1.600, que la suerte quiso que fuera para Air New Zealand.
Producir esta cantidad de aviones exige conocer muy bien qué pide el cliente. Cuando una aerolínea compra este avión, lo hace porque le ofrece lo que nadie más le da. ATR, por ejemplo, ha trabajado con mucho cuidado el consumo o la capacidad para despegar y aterrizar en pistas muy cortas. Todo ayuda a marcar la diferencia con los rivales…