En el negocio aéreo, cada aerolínea habla según como le va en el baile. Las compañías estadounidenses están de fiesta y celebran el buen momento que viven con una creciente demanda por el fortalecimiento de su moneda y los bajos costos de operación que se derivan de la caída en los precios de los combustibles.
Pero las caras largas provienen de las aerolíneas latinoamericanas, que enfrentan un escenario adverso caracterizado por la desaceleración de la demanda tras el impacto negativo de la devaluación, que además les ha impedido aprovechar las bajas en los precios de los combustibles y les genera grandes pérdidas.
Las cifras son dicientes. Mientras Latam Airlines, la mayor aerolínea latinoamericana "“resultado de la fusión de LAN de Chile y TAM de Brasil"“ reportó al cierre de 2015 pérdidas netas por US$219,2 millones, Avianca, la segunda más grande de la región, tuvo una pérdida neta de US$139 millones en ese mismo periodo.
Las dos compañías sufren los rigores de la fuerte devaluación, que en el caso de Latam provocó una pérdida de US$467,9 millones solo por diferencia de cambios "“la devaluación del real brasilero fue 49% el año pasado"“, mientras que Avianca se vio impactada por una caída en los ingresos operacionales de 7,2% como consecuencia de la fuerte devaluación, que en Colombia se acercó a 50%…