Creada en Brasil el 15 de diciembre de 2008, esta compañía aérea inició sus operaciones destacándose desde el principio por su eficiencia y modernidad, abriéndose paso rápidamente en un mercado tan competitivo como el brasileño.
Fue así que el 2008, David Neeleman, hombre de negocios originario de Sao Paulo, presentó los planes para formar una nueva empresa aérea que ofrecería una forma distinta de ver los viajes aéreos, y que operaría con aeronaves diseñadas y fabricadas en Brasil.
Este enfoque nacionalista incluso llevo a este visionario a desarrollar su identidad corporativa basándose en un mapa de Brasil, el cual está impreso en cada uno de sus aviones. A su vez y desarrollando una medida inédita hasta entonces, generó un concurso por internet para darle el nombre a la compañía, la cual terminó por denominar como Azul, Linhas Aéreas Brasileiras.
El 17 de septiembre de 2008, David Neeleman anunció que con el inicio anticipado de las operaciones en diciembre de ese año, dado que la compañía obtuvo más apoyo del previsto por parte de sus inversionistas, logrando proyectar una inversión de U$200 millones para iniciar operaciones en Brasil, convirtiéndose así en la compañía más capitalizada (en su fundación) de la historia de la aviación mundial.
Con estos recursos la aerolínea solicitó 42 aviones y otros 36 en opción, todos Embraer, recibiendo su primera aeronave el 11 de diciembre de 2008, siendo bautizado como "Tudo Azul". De esta forma y tras un intenso entrenamiento, el 15 de diciembre de ese año se dio inicio al funcionamiento de Azul con dos vuelos inaugurales, el primero que cubrió la ruta desde Viracopos con destino a Salvador de Bahía, mientras que el segundo unió Campinas con la ciudad de Porto Alegre. En las semanas siguientes, el número de vuelos entre estas ciudades se incrementó gradualmente, debido a la llegada de los nuevos aviones.
El 15 de junio de 2009, Azul completó seis meses de operaciones alcanzando más de 650 mil pasajeros transportados y 74 vuelos diarios a 13 destinos, logrando la marca de un millón de personas trasportadas el 13 de agosto del mismo año, siendo un verdadero récord mundial ya que nunca antes una aerolínea había realizado esto en tan corto tiempo.
En julio de 2010, Azul sorprendió al mercado con una audaz medida: un acuerdo entre pedidos en firme y opciones de compra de 40 aviones turbopropulsores por U$850 millones, estrategia con la cual la empresa pretendía ofrecer enlaces económicos y convenientes para un mayor número de comunidades con escaso transporte aéreo. La innovación de esta acción estaba en que con un solo proceso de check-in se podía salir de los centros regionales a las capitales de las cinco regiones brasileñas.
En la actualidad Azul es la tercera aerolínea más grande de Brasil, además de ser la compañía de mayor crecimiento en los últimos años, conectando a más de 103 destinos con sus 133 aeronaves en servicio, alcanzando a transportar a cerca de 20 millones de pasajeros hasta el 2013.