El gobierno recibió ayer una queja de la Cámara de Comercio Aeronáutico sobre una presunta maniobra de las agencias de viaje, por la cual emiten pasajes en Buenos Aires para conseguir mejores precios, pero sin trasladárselo a los usuarios, y generando que las aerolíneas crezcan en el vecino país, pero no en Uruguay. Según la gremial, los pasajeros en Montevideo adquieren sus boletos en agencias de viajes, pero esas empresas lo emiten vía electrónica en Argentina, aprovechando el atraso cambiario en ese país. La versión de la Cámara indica que las agencias compran 25% más barato los pasajes, pero no trasladan ese ahorro a los usuarios.
El planteo fue recibido ayer por los ministerios de Turismo y Transporte, dijeron a El Observador fuentes oficiales.
El gobierno pidió a las empresas aeronáuticas que formalicen en un escrito su queja, para analizar el reclamo. Según pudo saber El Observador, el Poder Ejecutivo intentará determinar si realmente sucede lo que la Cámara Aeronáutica denuncia, para luego solicitar a las agencias que colaboren y dejen de emitir los pasajes en Buenos Aires.
La práctica no está regulada, por lo que no hay delito. Sin embargo, en el gobierno ya piensan en diseñar una norma que impida esa maniobra.
Para identificar la emisión de los pasajes en el exterior, pensaron en acudir a los datos de la Dirección de Migraciones, que controla la partida y destino de los pasajeros, pero también el origen de la emisión de los boletos.
Las empresas aeronáuticas y el gobierno entienden que el caso genera, al menos, tres tipos de perjuicios. El primero es que el dinero de los pasajes queda en Argentina y, por lo tanto, las empresas de ese país se quedan con las divisas que se generan por el consumo de Uruguay. En segundo lugar, consideran que afecta la conectividad aérea, un asunto que generó mucha preocupación desde el cierre de la exaerolínea de bandera Pluna, y ante la cancelación por la española Iberia de sus vuelos directos semanales desde Montevideo a Madrid. Finalmente, observan que también perjudica a las empresas instaladas en Uruguay, producto de la regulación que practica Argentina puertas adentro y en los negocios con el exterior.
El gobierno ha trabajado a varias puntas para recuperar la conectividad perdida desde mediados de 2012. En parte, se ha cubierto por el libre mercado, sobre todo con las frecuencias que otras empresas sumaron para atender la demanda del puente aéreo (Carrasco-Aeroparque). Pero en la conexión internacional realizó intensas negociaciones con compañías extranjeras, algunas de las cuales arrojaron resultados positivos. Un ejemplo de ello es la llegada de Air France y Air Europa, para conectar Uruguay con el viejo continente. En los últimos días se avanzó en un acuerdo con Turkish Airlines. El ministro de Transporte, Enrique Pintado, viajó a Turquía para que la empresa de ese Estado (una de las más grandes del mundo) pueda comenzar a operar desde Uruguay.
Según dijo a El Observador una fuente del gobierno, en la queja de la Cámara Aeronáutica se mencionó que solo una empresa instalada en Uruguay emitió en dos meses 600 pasajes en Buenos Aires para volar de Montevideo al exterior.