La imagen de decenas de conductores de taxis piratas, ofreciendo a los viajeros sus servicios, ha sido recurrente en los últimos años en la salida internacional de la terminal aérea de Santiago. Esto, sumado a la falta de carros para maletas, la escasa señalética informativa, falta de acceso a Internet y problemas en algunos servicios, como el aseo, son las crÃticas más recurrentes que los usuarios hacen al aeropuerto Arturo Merino BenÃtez (AMB).
"No encuentro malo el servicio, lo que sí es negativo es que los carritos están mal ubicados, deberían estar más cerca de las cintas de equipaje. Porque si me toca la 12, tengo que ir a buscarlo al otro extremo, y en el traslado ya fueron usados por usuarios de otros vuelo", describió Eduardo Tapia, quien suele viajar desde Iquique a Santiago.
Este escenario es el que el actual concesionario, el grupo Nuevo Pudahuel, que tomó la administración hace sólo cuatro meses, pretende dejar atrás. Así lo señaló el gerente general del grupo, Nicolas Claude, quien explicó que "para nosotros, ahora comienza el tiempo de aplicación de nuevos servicios ("¦) creemos fervientemente que el aeropuerto es mucho más que un lugar de paso o de procesos aeroportuario".
Según el ejecutivo, desde que tomaron el control del espacio se aplicaron medidas para mejorar los servicios en el corto plazo, ya que el gran cambio se verá una vez que concluya la construcción del nuevo terminal internacional y las ampliaciones previstas en el proyecto, que estará operativo en 2020. Junto con la posibilidad de renovar y generar nuevos contratos con empresas de servicios, tales como gastronomía, transporte, aseo o publicidad, ya que muchos de éstos también vienen de la administración anterior…