Pese al estancamiento económico que afecta al país, el tráfico aéreo continúa su senda de crecimiento, marcando sólidas cifras. Según datos de la Junta de Aeronáutica Civil (JAC), en el período comprendido entre enero y agosto se registró un aumento de 9,8% en número de pasajeros en comparación con el mismo lapso del año pasado. Este incremento se vio fuertemente impulsado por un crecimiento en los vuelos internacionales, que subieron 10,9% respecto de los ocho primeros meses de 2015. En cuanto a los vuelos nacionales, estos registraron un alza de 9% en relación con el mismo período del año pasado.
Entre enero y agosto pasados se transportó un total de 13.150.291 pasajeros en vuelos nacionales e internacionales. Un total de 6.038.296 pasajeros utilizaron el avión como medio de transporte desde o hacia fuera de Chile, mientras que 7.111.995 personas fueron transportadas en vuelos domésticos.
Por línea aérea, Latam Airlines Chile transportó un mayor número de pasajeros, seguido por Latam Airlines Group y Sky Airline. Su participación de mercado fue de 48%, 26,1% y 24,9%, respectivamente.
En cuanto al transporte de carga en el período comprendido entre enero y agosto, el tráfico internacional, doméstico y el tráfico total -internacional más doméstico- crecieron 13,3%, 20,8% y 13,9%, respectivamente.
Estas cifras demuestran la resiliencia que ha registrado la industria aeronáutica en el país, pese a la desaceleración económica. Desde que Chile comenzó a recuperarse de los coletazos de la crisis subprime que impactó hasta 2010, la actividad ha mostrado un crecimiento mayor al que exhibe la economía nacional.
Factores de avance
Según el secretario general de la Junta de Aeronáutica Civil (JAC), Jaime Binder, «hay varias razones que explican el notable crecimiento del tráfico aéreo en Chile. Por un lado, tenemos una política de cielos abiertos que permite a las compañías diseñar sus modelos de negocio libremente. En este contexto las aerolíneas operan en un ambiente competitivo y generan diversas ofertas y promociones, entre ellas, las del modelo low cost «.
Agrega que «Chile es clasificado como una economía de altos ingresos por el Banco Mundial, lo que se traduce en la posibilidad de mantener e incrementar el uso del transporte aéreo, aun cuando el país crezca más lento».
Binder también destaca que el bajo precio del petróleo es un factor que ha influido fuertemente en el precio de los pasajes. Indica que esta situación ha permitido a las aerolíneas, tanto nacionales como extranjeras, generar ofertas atractivas para los viajeros…