¿Hasta qué punto se verá afectada la aviación comercial norteamericana por la competencia proveniente de la industria aérea china? Dado el panorama económico global, la respuesta pareciera ser obvia. No obstante, las condiciones socio-políticas (incluida, claro está, la transición en la Casa Blanca) podrían tener mayores repercusiones de las esperadas en el resultado de la ecuación, como recientemente han planteado analistas y actores de la industria.
Respecto de estos últimos, un testimonio a tomar en cuenta lo emitió Ray Conner, vicepresidente de Boeing quien, durante un evento organizado por el Comité Nacional de Relaciones entre Estados Unidos y China, declaró que son 150 mil los puestos de trabajo en la Unión Americana que dependen de la creciente demanda de aeronaves por parte de aerolíneas chinas. Y dijo que irán en aumento.
Esto hubiera quedado como un simple dato en una reunión privada de negocios, pero la cuenta de Twitter del comité reprodujo la declaración del directivo.
Cabría preguntarse, ¿cómo llegó Conner a esa cifra?
Según Doug Adler, portavoz de Boeing, en entrevista con CNN, la fórmula viene directamente del Departamento de Comercio de Estados Unidos, organismo que considera que mil millones de dólares en exportaciones representan alrededor de 6 mil empleos. Así, dado que en 2015 Boeing envió 191 aviones a China con un precio de lista de 24 mil 600 mdd, una multiplicación sencilla nos arroja la cifra estimada.
No obstante, esto podría cambiar pues, a pesar de que hoy en día las aerolíneas chinas importan sus aeronaves en números similares que Estados Unidos y Europa, la industria aeronáutica china ya se prepara para competir con Boeing y Airbus.
Expansión acelerada
Pero el poderío industrial del gigante asiático no es lo único que impulsa su industria aérea.
De acuerdo con analistas de The Wall Street Journal, la pujante clase media china ya es tan numerosa como la población de los Estados Unidos, lo que se refleja en un incremento directo en la demanda de vuelos de largo recorrido desde la nación asiática. Tan sólo en septiembre, las aerolíneas chinas añadieron siete vuelos directos a América del Norte, incluyendo aquellas originadas desde ciudades menos conocidas en el extranjero, como Zhengzhou, Qingdao y Xiamen…