El anuncio del cierre del aeropuerto Toncontín por la futura habilitación de Palmerola no es bien visto bajo la lupa del sector empresarial de la capital. Un impacto económico negativo se avizora en la ciudad al amputarle su terminal aérea, según los pronósticos de los dirigentes empresariales. Empleos, inversiones, negocios y turismo -bajo la apreciación de los expertos en la materia- son las piezas en juego del rompecabezas armado en torno a Toncontín. "Hay que estudiar varios esquemas (….) creemos que la ciudad no debe quedar sin aeropuerto", declaró Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT). Sin embargo, del otro lado de la balanza está el contrapeso que ejercen las facilidades técnicas y operativas de la puesta en marcha del aeropuerto Palmerola, en Comayagua. Según declaraciones de Roberto Ordóñez, secretario de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep), la construcción es una realidad y se estima que la terminal en Comayagua y se ejecutaría en dos a tres años…
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