En varias oportunidades he sido consultado por aerolíneas para ayudarlos a alcanzar mayor eficiencia en soluciones de TI previamente adquiridas y/o desarrolladas.
Cuando se concreta, por ejemplo, una alianza o surge una fusión y, con ello, son necesarias integraciones o desarrollos que implican cambios y/o contrataciones que alteran la planificación establecida, muchas veces, las decisiones que se toman a la hora de implementar los desarrollos, no alcanzan el mejor resultado.
En general, las aerolíneas como procedimiento para llevar adelante nuevos desarrollos de TI, evalúan alternativas para encontrar la mejor solución, definiéndose entre otros, requerimientos, alcances, montos de inversión y plazos.
Esto resulta lógico si se desea recorrer un camino con buenos resultados, sin embargo, muchas veces los plazos juegan en contra y es la "urgencia" la que determina el "qué y cómo" de las decisiones, requiriéndose luego resolver o mejorar lo que debía ser una solución.
A propósito del Mundial, una analogía sería cuando una selección debe salir a ganar el partido, hay mucha presión y a veces se descuida la defensa porque la atención está en convertir goles, viendo por momentos a un equipo que parecía tener claras las jugadas al menos en los papeles, pierde o con suerte empata el partido como si careciera de estrategia.
¿Por qué sucede esto en una aerolínea?
Para comprenderlo, debemos tener presente que se trata de un sector muy dinámico, donde más allá de que exista una planificación, surgen con frecuencia situaciones nuevas que deben ser resueltas en plazos acotados.
En estas circunstancias, la aerolínea puede volverse vulnerable a la hora de analizar, encontrar y negociar la solución más conveniente, si no define con claridad las prioridades de sus objetivos para estos nuevos eventos manteniendo el equilibrio con el resto de los procesos.
Un ejemplo de esto fue el caso de una aerolínea que tenía la necesidad de habilitar el check-in en un nuevo aeropuerto en un período de cuatro a seis meses y su sistema no lo podía resolver.
Para hacerlo, los directores tomaron la decisión de cambiar el proveedor de este y otros módulos, sobre la promesa de resolver todo dentro de los plazos necesarios e incluso prever a futuro eventualidades del estilo.
El resultado fue un proceso muy duro, donde la aerolínea no solo NO logró su objetivo primario en el plazo establecido, sino que invirtió recursos más allá de los previstos y donde las condiciones pactadas no fueron las mejores para sus intereses.
Este caso representa claramente como inclusive teniendo los medios para resolver una situación, la "urgencia" puede primar sobre la "estrategia".
Si bien siempre se pueden mejorar los procesos, lo recomendable es evitar estas situaciones, porque además de poner en riesgo el cumplimiento de los objetivos, luego el margen de maniobra está limitado.
Para ello, lo importante es entender exactamente el alcance de lo que se necesita resolver, establecer una fase concreta y acotada y trabajar para alcanzar el resultado esperado sin perder de vista, por supuesto, las oportunidades que nos deje ver este proceso para implementarse a futuro.
Es decir, citando el ejemplo anterior, resolver el hito del check-in sin dejarnos atrapar por el apremio de la situación y luego analizar la estrategia más amplia.
Incluso hasta para el caso en que después de resuelto este evento, contratáramos al mismo proveedor que nos prometía la solución en tiempo y forma, vamos a estar en mejores condiciones para negociar el alcance del proyecto.
No permitamos que el apresuramiento por convertir el gol, deje nuestra defensa descubierta, corriendo el riesgo de perder o empatar el partido que necesitamos y podemos ganar.
Hasta la próxima.
Saludos,
D.C.
Daniel Carbajal es formado en Ingeniería de Sistemas, Consultor en Reingeniería de Procesos para Aerolíneas y Fundador y CEO de IWTG desde hace 15 años.
Cuenta, entre otros, con Proyectos de Innovación Tecnológica para el Sector aprobados por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo).