Las horas pasan y los aviones siguen en tierra. Pese a que no sobra optimismo entre los negociadores por la vuelta de Sol Líneas Aéreas a los cielos argentinos, en las últimas horas, al menos dos grupos empresarios se acercaron para evaluar la posibilidad de continuar con la operación.
Si bien no trascendieron los nombres, LA NACION pudo constatar que se trata de dos grandes «toursoperadores», como se llama en la jerga a los operadores mayoristas de paquetes turísticos. En uno de ellos confirmaron que hacen números pero que la situación actual de Sol torna prácticamente imposible la continuidad. «La empresa es atractiva pero con un staff menor de empleados. La idea sería comprarla para empezar a funcionar como una suerte de charter que colocarían los mayoristas. Luego de estabilizarla, volver a los vuelos regulares. No desde el inicio», confiaron en uno de los consorcios.
El viernes pasado, horas después de que Aerolíneas Argentinas decidiera rescindir un controvertido contrato firmado en agosto por el entonces presidente de la compañía, Mariano Recalde , y por el director financiero de Aerolíneas, Pablo Ceriani, Sol anunció que no volaba más. La aerolínea rosarina -que estaba prácticamente quebrada- logró un compromiso de la línea de bandera para cobrar una suma fija mensual en dólares por 210 horas de vuelo más el costo del combustible. Lo que más llamó la atención es que por contrato y sin importar si el avión viajaba vacío o lleno, le aseguraban una ganancia en dólares del 12% de los costos de explotación a sus colegas rosarinos.
Desde entonces, las reuniones pasaron a tener como sede el Ministerio de Trabajo. Ayer, la cartera que dirige Jorge Triaca , declaró «nulos e ilegales» los 220 telegramas de despido enviados a los trabajadores, con el argumento de que la empresa no presentó un procedimiento preventivo de crisis que justificara esa medida. A las 15 seguirá el encuentro. Mientras tanto, en el Ministerio de Transporte que conduce Guillermo Dietrich, están convocados los directivos de Sol…